TREFILADOS

OFISUR

lunes, 28 de julio de 2014

KABRAS DE ARENAL SE MONTAN SU BARBAKOA

Habíamos conocido al tesorero en su faceta de selfies vino-cerveceras, en su invento de las globo-barritas, en su sesiones de crossfit, en sus patatas a lo Alfonso, y en su vertiente paellera. Nos faltaba ver su performance delante de una plancha, con la paleta y el aceite. Y visto lo visto, me temo que lo vamos a echar de menos como se nos vaya seis meses de Córdoba. Espero que JuanBa, su magnífico ayudante, tome el relevo, y no se quede este necesitado club, sin un chef de renombre, a la altura de sus eméritos componentes...

No es un muestrario, pero sí un modo de atender simultáneamente decenas de gustos...


La verdad que parte del mérito lo tenía la plancha, que era nueva y le daba el puntillo al beicon, a las salchichas, al chorizo, la morcilla, los pinchitos, las chuletas, las pechugas y sobre todo, el calabacín.


Excelente presentación para una plancha recién estrenada. Dieta variada y mediterránea.

El sitio estaba petado. No hay mucha vegetación, pero el Arenal, al estar en las proximidades del río, rebaja en 2 ó 3 grados la temperatura y en más de 8 grados la sensación térmica de calor, lo que se agracede sobremanera, y dado que aquí no existe la prohibición de montaje de fuegos y barbakoas, los cordobeses, han desarrollado y tomado el Arenal como un aspecto de los más genuinos de esta ciudad.


Eva, se atrevió con la salchicha, y dio a todas una clase magistral...

Aquí no tenemos paseo marítimo (con mar al lado), y no tenemos chiringuitos donde hacer espetos, pero tenemos el Arenal del Guadalquivir, y ojalá el terreno de la feria se pudiese convertir en playa artificial durante el verano, para no tener que envidiar nada al litoral andaluz o del levante mediterráneo. Nuestro río, por su corriente, sus accesos y su temperatura, no es adecuado para el baño, por lo que tenemos que cerrar ese velo, y quedarnos con lo sustancial, y a lo que veníamos... Con nuestra barbakoa...




Nuestras nuevas Kabrillas... Lorena, ya quiere ser kabra.




Y esta nueva Kabrilla, lo lleva en la sangre. Kuka, Killer, y veloz...



(Continuará...)

lunes, 21 de julio de 2014

KABRAS EN EL II TRAIL ALCORNOCAL DE LÚJAR


La expedición Kabruna, JuanCar, Juan A. Moreno junto a Ángel y Fer.

Acabo de terminar... Durísimas 2:31...
"El perro", mordiéndome las cachas los últimos km.

Cuando he visto que yo podía seguir, y mis piernas no, es duro. Pero he seguido andando y probando, hasta que ya he vuelto a poder enganchar un km tras otro.

Se piensan muchas cosas. Y ya, cuando llegas, gran satisfacción.
Pero hay que entrenar MÁS... Y de verdad...
No me puedo imaginar ya un trail con más km, pero este ha sido duro. 
En 12 km ya acumulabamos 1250 positivos
Pero ya está en la saca... ¡A por la siguiente!!!!

Muchas gracias a Fernando, JuanKa y Ángel, -por cierto, todo un crack-, por estar ahí, a mi lado en mi primer trail. Una experiencia bonita y muy dura, sin apenas dormir, pero muy satisfactoria, gracias.

La armadura del caballero para su primera fusta-trail...

Y a todas las kabras que desde Córdoba he sentido vuestro apoyo.


Gracias!!!.
Y el reposo del caballero tras el combate. Lujar ofrece meta-piscina...Guay.

Ahhhh! Y peazo zapas que me he llevao. Me las acabo de probar. ¡Qué pasada! Me quedan perfectas.

La verdad, Ha sido un finde muy guapo, con una gente genial.

JUAN ANTONIO MORENO.


Entrada de Juan Carlos. Nadie hizo como Paecito y Paqui MB el año pasado, tirándose a la piscina antes de entrar en meta.


Buenos días a tod@s!!

Día después del Trail de Lújar, y me voy a quedar con lo positivo... A poco que hubiera respondido mejor, y sin estar ni al 60 % de lo que puedo estar, he hecho 1250 metros positivos (subidas) en 17 kms. 

Me entró un pajarón de miedo en el segundo kilómetro, en el que pensé en abandonar,  pero un "espartano" nunca abandona sin plantar batalla, y hoy, era el día de jugar con el corazón en vez de con las piernas... Y así lo hice...: "P'alante..."

Hizo mucha calor, humedad alta... Sudaba, y mis pulsaciones se dispararon muchisimo... No me encontraba a gusto, pero mi adrenalina se disparaba en cada metro que subía... ¡¡Zassss!!, primer avituallamiento... y pillé con tanta ansiedad el vaso de agua, que bebí sin conocimiento... Me entró un "flato del carajo", pero... no se puede abandonar... ¡¡no!! A levantarse...,  y... palante... Nada me iba a parar.  A llegar, "a mala leche" si hacía falta... 

Poco a poco, fui recuperándome en esas subidas, y adelantando posiciones, sin ser yo buen escalador... Pero me acordé, de mi ídolo y campeón, Alberto Contador...  y me dije: "Vamos a aguantar encima de esos repechos, y si tengo que morir, será "matando" y dando guerra... Y a dar todo lo que tengo en mis piernas..."

En una de las cuestas, adelanté a cuatro corredores "del tirón...", porque no soy de entregar la cuchara. Me sentía bien, y poco a poco, cada vez mejor... Y... ¡¡toma ya!! Quedando 2 kilómetros, me caí... ("Me fui a coger «conejitos»"). Pero pude actuar con reflejos, y me levanté, sólo con roces en una rodilla y en la palma de una mano... Y ya, cuesta abajo, hasta llegar a la meta. Ya nada me iba a impedir llegar a mi destino...


Ya perfectamente repuesto de Cara los Tajos, se atreve con otro trail.

27º de la General y 12º de mi categoría... Contento, por tardar 2:00 horas, cuando mi cabeza pensó por momentos en el abandono... Menos mal, que me quité esa idea de la cabeza... Y feliz, por acabar dignamente y plantando batalla...

Fue un trail muy bonito. Pasé un buen viaje con Juan Antonio, Ángel y Fer, que fue una lástima su abandono en la prueba, y más cuando podría haberse acoplado conmigo al principio de la carrera. Todos se portaron de forma fantástica...

Un abrazo kabrillas, y gracias.


JUAN CARLOS BRETÓN.

jueves, 17 de julio de 2014

LAS 100 MILLAS DE GIPUZKOA: 11.000 M+ Y 11.000 MUY NEGATIVOS.

100 MILLAS, en euskera, son Ehun Milak, y en adelante, nos referiremos a ellas, como ellos las denominan; "ehunmilak".

Iba a ser la carrera más dura de mi vida, puesto que aunque superaba por sólo 1 Km al UTMB (Ultratrail Tour du Mont Blanc), en desnivel positivo y negativo, lo superaba en 1.400 metros: <11.000 por 9.600 m>. Del UTMB habían pasado ya 6 años, pero en ese tiempo, había hecho muchas cosas, sobre todo, muchos ultras y triatlones, incluido un IronMan. Por lo que creo, que me encontraba "preparado".


Visualizando la cuestecilla de la meta tres días antes de tener que afrontarla... Importantísimo... guardar 3 ATPs para ella.


Tenía en mis piernas el entrenamiento del GTP, en apenas 13 días antes, que comparado con ésto, es un "paseillo", y mis cuádriceps y mis gemelos estaban preparados para subir y bajar lo que me pusieran por delante... "sin rechistar". Así que me fui para Lizarrusti, uno de los avituallamientos, el día anterior, para estar tranquilo en un albergue de montaña, y poder salir descansado de la paliza de 870 km de viaje en un sólo día. 

El sueño fue reparador, pero las pocas veces que me desperté, pude comprobar que no paró de llover en toda la noche. Clareó por la mañana, de regreso a Beasaín, pero hasta las 6 de la tarde no pararon de caer pequeños chubascos de cuando en cuando. Al principio no te lo querían decir, pero luego, no tuvieron más remedio. ¡¡¡Más de la mitad de la carrera iba a ser bajo la lluvia!!!

Nunca me ha dado miedo la lluvia, y me han cogido grandes tormentas, incluso de noche, en las pruebas que he participado. Me acuerdo de los "100 km en 24 horas" de Madrid del 2007 o en el Trail de la Sierra de Huétor de 2013. El único UTSB (Bandolero) pasado por mucha agua, el de 2013, me lo perdí. Pero estaba claro, que no lo había experimentado todo sobre la lluvia. Especialmente sus efectos, debidos a casi dos semanas de lluvia previa, y en el mismo momento de la carrera, "lloviendo sobre mojado", en unos senderos de tierra arcillosa, que ya no admitían más humedad, en los que se pegaba a la zapatilla inutilizándola, y que forma una especie de soufflé blandito y muy batido, que resbala como una balsa de aceite sobre la capa de barro más dura y menos removida que hay debajo. 

Mi equipo: Bolsas para el 77 y el 130, Mochila y NADA de Bastones.

Nunca me han gustado los bastones. Siempre los he creído innecesarios si tu idea era correr en todos los tramos llanos y en bajada, y para impulsarme cuesta arriba, siempre me bastaba con mis cuádriceps y mis manos apoyadas en los vastos. Pero, en estas circunstancias de carrera embarrada, yo iba en total desventaja con el resto de corredores. Y cuando te das cuenta de ello, ya es demasiado tarde. La primera referencia a mi enorme descuido me la hacían el resto de los corredores cuando me ayudaban a levantarme del suelo tras el primer culetazo, Km 15, pisando una piedra mojada y sobre la que las zapatillas embadurnadas de barro anteriores habían dejado su carete especial.  Y todos me decían "¿Pero cómo se te ocurre venirte sin bastones?"...

El problema de caerte una vez, es que es mucho más probable que te caigas una segunda, y así, sucesivamente, hasta que cuando ya llevas 13-14 caídas, ya has perdido completamente la autoestima. Buscas el "consuelo de muchos", pero a los que ves con el culote lleno de barro y les preguntabas, se habían caído hasta ese momento 1 ó 2 veces, y había muchos con el pantalón limpio, y que terminaron sin caerse hasta llegar a meta, en Beasaín.


Buscando kabrillas en el País Vasco. Aquí hay buena gente, amable, seria, y montañera.


Todo un mérito, ¡pero claro!, todos esos, no han sido "kabras lokas" como yo, tomándose riesgos en los sitios complicados, y han usado los tacos de la zapatilla (que yo tenía pequeños y gastados) y los dos bastones para sortear esos puntos negros. En esos puntos negros embarrados y en cuesta abajo, tal vez han ido más lentos que yo, pero al no ir acumulando caídas y dolores, en los tramos fáciles han podido ir de nuevo rápidos, mientras que yo, me estaba lamentando y "relamiendo" de mis hematomas y mis contusiones.

"Escarmiento total". Antes de ir a un trail, hay que conocer no sólo la meteorología de la carrera sino la de al menos, la semana anterior. En el caso de que la mayoría de los senderos sean de tierra y ésta sea arcillosa, LOS BASTONES deben ser OBLIGATORIOS, además de unas zapatillas con un taqueado profundo, en vértice, y definido, no gastado en absoluto.

Disparo de salida. Todos finisher. Todo ilusión, pero toda una ehm por delante.

Hasta tal punto, experimenté la necesidad de llevar dos bastones para tratar de equilibrar mi cuerpo en las bajadas, en las que la única opción era utilizar el sendero de barro, que tuve que crearme unos en el Km 118, a base de ramas de haya que encontraba caídas en los bosques que cruzábamos. El problema era, que estaban muy secas, y cuando te estaban salvando de un resbalón, las apoyaba con tanta fuerza para equilibrar el cuerpo, que en ese momento, se rompía una por la mitad. Nueva caída, y nuevas caídas más, pues una sola rama no me servía para nada, hasta que terminaba ese tobogán de lodo, y en una zona llana, podía encontrar una nueva rama fuerte para usarla de muleta sustitutoria. 


El año anterior no estaba en las fotos, pero el que viene si apareceré como una "croqueta embarrada y sonriente".



Ya estaba en el km 122, entre Lizarrusti y Etxegárate, cuando mi carrera en solitario estaba en alerta roja. Me sentía torpe, mis ramas se me rompían, las caídas continuaban y llevaba 2 horas y media para hacer 6 km, y aún me quedaban 8 km más de ciénaga hasta llegar al puerto de Etxegárate. Era de noche y estaba deprimido, y más solo que la una. En ese momento, llegó mi salvador, mi revulsivo, para salir de allí, y verme posibilidades de terminar con aquella pesadilla de ciénaga y de concluir la carrera. 



Su nombre es Juan Carlos, un vasco de Beasaín, que se ofreció a hacerme de guía para elegir en cada tramo de sendero, la opción menos complicada de atravesar. Si él veía que se podía caer, se paraba, y buscaba un camino alternativo, aunque fuera metiéndose por barro hasta la mediapierna. Si yo me quedaba a más de 5 metros, se detenía, hasta que yo resolvía mi problema, y comenzaba de nuevo a andar ligero. Si se me rompía una rama, tenía la paciencia de esperar a que consiguiese otra para poder seguir sin más caídas. Eso, no te lo hace todo el mundo, que 5 minutos antes era un desconocido...


Reto conseguido, y amistad trabada. Juan Carlos Cuadrado, eres todo un pedazo de persona. Otro kabra loka, con una brecha en la cabeza hecha en carrera: dos puntos de sutura, y a seguir, como si nada. Y con 57 años.

 

Sin darme cuenta, llegamos a Etxegárate, Km 130... ¡Salvación!, y ahí, todo cambió. Ducha fría, que nos provocó a los dos, un poco de hipotermia, cambio de zapatillas, con mejor agarre, cambio de plantillas, y cambio de tiempo atmosférico y de terreno. La tarde del sábado, ya dejó de llover, lució el sol, y a partir de la 1.00 de la madrugada, los senderos de barro aireados comenzaron a secarse y a hacerse transitables, de modo que desde Etxegárate hasta Beasaín, todo estaba expedito y parecido a las CxM que yo he hecho toda mi vida, con piedra y barro más seco, y con posibilidad de rodar en las bajadas, sin que te jugases la vida si arriesgabas. 

Aún conservé los "bastones" improvisados de haya, por si acaso aparecía otra ciénaga, y no había hayas en el camino, y los usé para subir y bajar el Aizkorri, pero viendo ya con el amanecer que los caminos se habían secado, los tiré porque su peso y el esfuerzo que tuve que hacer con ellos, me destrozaron también los brazos, como si los mísmos, también se hubieran tragado el ultratrail como las mismísimas piernas.

Mi compañero y yo, habíamos hecho un tándem impresionante, nos relevábamos a la hora de tirar y no nos concedíamos ninguna tregua. Lo estábamos dejando todo por el camino, y lo único que nos preocupaba era la hora en la que íbamos a llegar. Que íbamos a llegar, y además, esprintando y recibiendo aplausos los dos últimos kilómetros, lo dábamos ya por descontado.

El problema, es que cuando bajamos el Aizkorri y el Andraitz y llegamos a Oazurtza, aún nos quedaban 20 km. Ya, todo llano y bajada hasta meta, salvo el pequeño escollo del Liernia, al final, pero es el momento, en el que el cuerpo se desinfla, y se queda sin energía. Juan Carlos, estaba mejor que yo, y asumió de nuevo, el papel de tirar de mí, arengándome siempre que me venía abajo. Saqué todo lo que tenía para seguirlo, y mis reservas sólo me permitieron llegar hasta el último avituallamiento, Mutiloa, a 10 km de meta.

En ese momento, me caigo medio muerto en la silla del avituallamiento, con dolores en todo el cuerpo, apajarado, con unas ganas de dormir inaplazables y viendo "el túnel" del desvanecimiento, delante de mí. De pronto, veo la cara de Juan Carlos "en medio del túnel", diciéndome que él no iba a entrar en meta solo, dejándome a mí allí. "¡¡¡Que hiciera todo lo posible, que nos teníamos que ir, que quería estar en su casa antes de la 1 de la tarde!!!"

Yo no sabía que los vascos eran así de directos, y así de buenas personas. Y yo, que había gastado ya mi dinamita interna, mi Durvitán y mis diclofenacos... Ya no me quedaba nada que dar. Sólo eran 10 km, pero había que hacerlos. Así que, tocaba: "última resurrección". Necesitaba para el milagro: azúcar, minerales, cafeína y antiinflamatorios, y empecé haciéndome con todo. Dos cafés, dos vasos de cola, dos de caldo, un sandwich de jamón de york, un pastel de cabello de ángel, radiosalil en las rodillas, crema solar en los brazos y en las piernas y un ibuprofeno que me dio la médica de la Gurutze Gorria (Cruz Roja en euskera). Me tuvieron que ayudar a quitarme la ropa de abrigo que había tenido durante la noche porque yo era incapaz de hacerlo. Me iban a vitorear en meta diciéndome "¡crack!", y tenían que desvestirme como un niño tonto un poco antes. Jejejé...

Y salí de allí... destrozado..., pero con todo eso en el cuerpo, esperando que poco a poco, cada cosa empezara a hacer efecto donde tenía que hacerlo. Y a los 500 metros, mi compañero empezó a ver que ya intentaba trotar detrás de él, y que poquito a poco, eran cada vez mayores los tramos de trote que hacíamos juntos. Y sin darnos cuenta, llegamos a sitios conocidos de su ciudad. Él también, estaba emocionado. Era también su primera Ehunmilak, a sus 57 años, y sabía que desde que entrase en Beasaín, todo el mundo le estaría felicitando y animando. Y yo, como invitado inesperado, también me iba a llevar esos aplausos, así que tenía que estar a la altura de lo que me estaba pasando; ya no quedaba ningún instante de recuerdo para el dolor o el cansancio. Todo iba a ser progresión desde el Km 164 hasta el 168.


Después de 168 km y 11000 metros de subida sólo nos quedaban 10 metros de cuesta.

¡¡¡Y es que es... increíble!!! 43 horas dando todo lo que tenía, las últimas 3 horas por encima de lo que había, porque no quedaba ya nada dentro de mí. Creo que al llegar al avituallamiento, habría perdido ya hasta 5 kg de grasa corporal desde la salida. Más horas de trabajo de las que un trabajador realiza en toda una semana, a mayor intensidad, ritmo cardiaco y concentración mental y visual, (no puedes cometer ni un sólo error, porque te matas), y sin un sólo descanso, sin dormir, sin apenas sentarse para comer o cambiarse de ropa... y allí estaba, corriendo por las calles de Beasaín, a un ritmo, que Juan Carlos, me tuvo que decir que aflojara, porque no podría seguirlo hasta la meta...



46 Km y 15 horas de esfuerzo vividos juntos, Mucha carga emocional, difícil de olvidar.

Mis sentimientos tras mi entrada en meta, no pueden explicarse con palabras. Todos los que no cruzan una meta, se buscan una excusa para justificarse el por qué no lo han hecho... Y en esta carrera hay miles de excusas para poder renunciar a entrar en meta. Mis 42 caídas es una de ellas. Las 24 horas lloviendo, el barro que había en todos los caminos, los 168 km, los 22.000 metros de desnivel acumulado, los 11.000 positivos, los 11.000 muy negativos, la niebla, lo peligroso de las bajadas, ..., son otras... Una caída, en la que una pierna se me quedó atrás, y noté una gran elongación con chasquido en los ligamentos cruzados de la rodilla, que aún me duelen, es otra de ellas. El no llevar bastones desde el principio, y caerse por ello, una vez tras otra, otra. El no haber acertado con las zapatillas, tener las suelas gastadas, haberme equivocado con las plantillas, que hacían que mis pies ardiesen tras los resbalones en el barro, otra. El estar solo, sin equipo, y sin nadie que te esperase en los avituallamientos, otra, etc., etc.

Pero, me tenía a mí mismo, que quería por todos los medios entrar en meta. Tenía a todos mis amigos y mis kabrillas en Kórdoba, pendientes de mí, llamándome por el recorrido hasta que mi teléfono se quedó sin batería, siguiéndome por Internet y por mi GPS. Tenía mi pundonor, que me decía que aunque me había equivocado al no llevar bastones y zapatillas con tacos, también era capaz de terminar con lo que había traído. Y me quedaba todavía bastante autoestima, a pesar de mis continuas caídas, para pensar en que no era el más torpe del pelotón por acabar continuamente con el culo por el barro, sino el más "kabraloka", y el que más arriesgaba, y por ello, el que mejor se lo estaba pasando.

Y si te ocurre "todo eso", no tienes más remedio "que terminar"... cruzando la meta. Debe atacarte un oso, perder una pierna por el camino, o que cada zancada sea un infierno de dolor, para que la excusa me valga a mí para abandonar.

La Ehunmilak puso el reto, y en el 2014, el reto, con el barro, se elevó casi al doble o al triple... Pero un ultrero experimentado, siempre, debe llevar en su cabeza, una "reserva para imprevistos", y si encima te encuentras una persona con el tesón y la firmeza de Juan Carlos, para echarte una mano, no hay reto que pueda contigo.


La preciosidad de las vistas de los paisajes gipuzkoanos compensa sobradamente la pesadez del barro, la niebla y la lluvia.

Y como epílogo, tengo que decir, que la Ehunmilak, es una carrera al más alto nivel..., de paisajes, de desnivel, de recorrido, de atenciones al corredor, de montañas preciosas como el Txindoki, el Gambó o el Aizkorri, de organización, de balizado perfecto y visible en la niebla, de voluntariado atento y generoso, de público entendido y volcado con la carrera, de avituallamientos completos y bien surtidos, de seguimiento humano y tecnológico. Y todo eso, lo tenemos aquí, en nuestra piel de toro. Sin tener que ir a Chamonix, a llevarles nuestros euros a los chovinistas franceses, que a nosotros, no nos dan nada. 

No tiene esta carrera nada que envidiar a la UTMB, y salvo en la altura de sus montes, que tampoco son el Mont Blanc, sino montes cualesquiera, y el Mont Blanc sólo lo ves de refilón y en contados sitios, lo supera en todo. Puedes relacionarte con el 95 % de los participantes pues si bien, muchos de ellos son vascos o catalanes, el castellano es el idioma vehicular entre ellos y todos se pueden relacionar contigo en castellano, y además, lo hacen, no sólo con el idioma, sino con los hechos, ofreciéndote lo mejor de ellos, y dándote toda la ayuda que necesites.

Yo, lo puedo confirmar... no sólo con Juan Carlos Cuadrado, sino con un donostiarra como Peio, que tuve que dejar en Lizarrusti, porque abandonó, o una barcelonesa como Elena Rueda, que estuvo todo el camino en interfaz conmigo. Todos ellos, ya son mis amigos, y mis compañeros para la ultra que ellos quieran y en la que podamos coincidir.

Mi seguimiento, con la estrella blanca, y justo delante, el de Juan Carlos.


Ninguna carrera española debiera dar puntos para el UTMB, porque como "gilipuertas", nos hemos convertido en sucursales subordinadas,  postrados ante la superioridad de la carrera francesa, sino para la Ehunmilak, la carrera más dura de España, la mejor organizada, corrible y a nuestro alcance, y la que tiene que tener como meta todo amante del ultratrail y de las ultraemociones.

Beasaín, Gipuzkoa, Txindoki, Aizkorri, «ehunmilak»..., todo mi viaje, mi esfuerzo y mi sacrificio para llegar a meta, ha valido la pena, y me ha devuelto, multiplicado por tres, o por más, lo que me he dejado en el camino. Y mi agradecimiento inmenso a todas mis kabrillas, porque sentí su respiración en mi cogote y su apoyo a 850 Km, como si estuviesen a mi alrededor, empujándome para que volase y envolviéndome para que no me cayese ni una vez más...

JUANMA PEDROSA.


Video de la Ehunmilak 2014 Youtube
Minutos (1:40-1:42) (14:35-14:43) (15:17-15:20)

Beasaín: Km 0  0+  0-  0:00:00 Viernes 11/07 6:00 pm
Mandubia: Km 10 1.050+ 600- 1:32:26.   (<Usurbe>)
Zumárraga: Km 20 800+ 630-  3:13:13     (<Izazpi>)
Goria-Elosúa: Km 29 750+ 450- 5:11:15   (<Irimo>)
Madarixa: Km 43 570+ 450-    7:48:36   (<Hirukurutzeta>)
Azpeitia: Km 53 630+ 1.450- 10:06:47       (<Erio>)
Zelatún: Km 66 1.020+ 290-  13:26:56      
Tolosa: Km 77 350+ 1.180-  16:17:24         (<Ernio>)
Jazkue Gaina Km 87 660+ 200- 19:09:34  (<Jazkueñe>)
Amezketa: Km 96 270+ 700- 20:33:49
Uarraín: Km 108 1.750+ 400- 22:52:30  (<Txindoki>, <Gambo>)
Lizarrusti: Km 116 45+ 800- 26:01:29
Etxegárate: Km 130 950+ 1.200- 30:36:48
San Adrián: Km 139 700+ 400- 34:24:37
Oazurtza: Km 148 950+ 1.200- 38:23:59  (<Aizkorri>, <Andraitz>)
Mutiloa: Km 158 200+ 700- 40:39:10
Beasaín: Km 168 325+ 350- 43:04:31 Domingo 13/07 1:04 pm.  (<Liernia>)

jueves, 10 de julio de 2014

PAPI Y LA EHUNMILAK

Mañana viernes día 11 de Julio de 2014, nuestro presi, Juanma, "Papi", saldrá de la localidad de Beasáin (Gipuzkoa), a las 6 de la tarde, para un nuevo y gran reto. 

Por delante, le esperan 168 kilómetros, con un desnivel positivo de 11.000 metros, por los parajes más distinguidos del interior de Gipuzkoa, adentrándose por hayedos y por robledales en los parques naturales de Aralar y Aizkorri.

A su vez, ascenderá por las cimas más elevadas de la zona como son:

Txindoki (1.346 m), 
Ganbo (1.402 m) y 
Aizkorri (1.528m) en la comarca del Goierri; 
Erlo (1.026m) en la comarca de Urola-Kosta; 
Izaspi (967m) en la comarca de Urola-Garaia y 
Hernio (1.075m) en la comarca de Tolosaldea.



 

El que quiera puede hacer un seguimiento de la carrera en la siguiente página web:
www.ehunmilak.com/index.php/es
El dorsal de Juanma es el 57 en la ehm.

MUCHA SUERTE CAMPEÓN!!

lunes, 7 de julio de 2014

LAS KABRAS VAN A LAS OLIMPIADAS RURALES DE AÑORA

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Holaaa!!
Efectivamente, todas las pruebas que siguen son las que hemos hecho.

El fin de semana más espectacular del año: juegos, amigos, fiesta y muchíssssimo baile.
 
La delegación de Kabras dentro del equipo "Los Montillanos".

Es el cuarto año que participo, y cada vez, se supera al anterior. Tres días disfrutando de juegos populares que hoy ya no se practican y pasándolo genial con los amigos, y conociendo otros nuevos.
 
Este año, además de participar con mis amigos montillanos, también se han unido a nosotros 2 kabras más, Luis y Esther, que espero que el año que viene repitan.
 
Hay gente que va a participar en plan serio, y otros, como nosotros, que vamos a disfrutar, en sentido no competitivo.
 
Me encantaría que, el año que viene, participara un grupo de kabras... 

Seguro que os encantará. 

FÁTIMA LUQUE.



Un fin de semana que no olvidaré. 

Empezamos nuestra odisea el viernes, despues de comer. Partimos hacia Añora cargados de sacos, mochilas, tiendas de campaña, bebidas, comida... ¡No teníamos ni idea, de lo que nos esperaba!!

Cuando llegamos a la casa rural, estaba ya nuestro equipo esperándonos con la camiseta de "LOS MONTILLANOS", con el dorsal 29. Con ella debíamos estar todo el fin de semana. Durante la tarde, y despues de tomar un bizcocho espectacular de mi compi Maria José, estuvimos practicando los juegos que nos tocaban por la noche. 
 
Estaba claro que la prueba del Salto a Piola no la iba a hacer yo, porque en dos ocasiones por poco me "como" el suelo. Llegamos al centro del pueblo donde teníamos que desfilar por las calles por orden de equipos, con nuestra bandera, cantando y bailando, y acompañados de la charanga «El Trompetón».

Mención especial a este equipo, que tambien participaba, pero que, sobre todo, se ocupó sin parar, de animar las pruebas durante todo el fin de semana. Te los encontrabas por todas partes y te reías con ellos. A mi compi y a mí, nos traía locas uno de ellos. Lo apodamos "El Malote". Que alegría mas grande, "cada vez que veíamos al muchacho".

Luego pasamos al escenario, donde cada equipo hacía su presentación, y vimos el espectáculo de apertura de las Olimpiadas. ¡Fue impresionante! Salió un mensaje de Rafa Nadal, animándonos, y de la campeona de pentatlón de España. Un gran espectáculo inaugural, con fuegos artificiales, bailes...

Ahí empezaba a darme cuenta de que las Olimpiadas Rurales no eran ninguna tontería. Éramos 900 participantes, en 48 equipos y algunos de ellos venían de Estonia, Túnez, Estambul... 21 equipos se quedaron fuera sin poder participar. Pues bien, a las 22:30, comenzó el primer juego: A Piola en el campo de fútbol. 

Luego tocó el Garrote. Esa la hice yo. Cuando vi a la mujer que se suponía que tenía que levantar del suelo, comprendí el por qué tuve que firmar que «declaraba encontrarme físicamente bien». Pesaba más que yo, pero me mantuve firme. Agarré el garrote, miré a un punto fijo y me dije: "de aquí no me muevo hasta que ésta se canse" . No tenía nada de fuerza para levantarla, pero sí la resistencia para aguantar hasta que se cansara de dar tirones y lo soltara. Al fondo, escuchaba a "los montillanos" animarme. 

En la siguiente ronda me tocó una chica que pesaba unos 20 kilos más que yo. Cuando la ví dije, «¡¡señor llévame ya, que ésta me deja sin brazos!!». Cogió "tiefra" del suelo, se frotó las manos y me miró fijamente. Le pedí que tuviera piedad de mi espalda. Conseguí que no me empotrara contra la pared. Sólo me levantó para ella, y eso, ya fue un logro... ¡Jajajá!!! 

Llegó la última prueba de la noche: la cucaña. Consistía en subir un poste de 5 metros. Los hombres parecían gusanos subiendo y a las chicas les costaba bastante. Lo consiguieron sólo 3. Luego estuvimos cenando, bailando... y a dormir... ¡que nos esperaba un sábado completito!


Este era el cartel de 2013. Salvo la colección de cromos, todo se ha mantenido.

La noche estuvo entretenida. Dormimos fuera de la casa varios de mi equipo. Fati y yo, en la tienda de campaña, con la cabeza por fuera, como dos señoritas. Los demás, en sacos y colchonetas, echándonos la bronca, porque ocupábamos mucho espacio y tenían que dormir apiñados.

Esa noche no dormí nada, porque el que no roncaba, llegaba tarde y la liaba inflando la colchoneta. O pasaban por mi lado hormigas que parecían cocodrilos. Así que me dije: «no duermo pero al menos estoy viendo las estrellas y veré el amanecer». 

Empecé el sábado muerta. La organización nos daba el desayuno, gratis, en la plaza. Tenía: "chorizo y salchichón ibéricos, queso, montones de cestas de fruta, batidos, zumos y pan". Luego comenzaron las pruebas de los Mizos, los Tiraores, el lanzamiento de Adoquín, los Sacos, los Zancos, las Cintas, la Comba y la Sillita de la Reina. 

Todo el día sin parar, y llevando nuestros carros con las neveras llenas de rebujito. Un rebujito hecho por los montillanos... ¡¡Buenísssimo!! Tiene su toque secreto. Hice las pruebas... muuuy "contentilla". Por la tarde, fuimos un rato a la piscina, en la que estaban todos los participantes.

Llegó la noche... y ¡¡Fiesta!! Estuvimos sin parar de bailar hasta las 3 de la mañana. Sin saber de dónde sacábamos las fuerzas. No puedo explicar con palabras lo bien que estuvo esa noche. Fue tipo concierto, con un espectáculo buenísimo, coreografías y canciones que todos escuchamos cuando salimos de fiesta. 

Cuando, por fin, llegamos a la casa a dormir, dije: «A mí ya no me la pegáis más. Yo duermo sola en el sofá, con mi saco de dormir, y mañana, me levanto nueva. Ni estrellas, ni amanecer, ni dormir con tus amigos. Ahí os quedáis...» Así que, el domingo, me desperté mucho mejor. Ya me quedaba poquita voz, de tanto gritar... Y llena de agujetas, porque a mi Fátima le dio por llevarme haciendo "la carretilla" bailando: «Culo para allá, culo para el otro lado...» No vuelvo a llevarla nunca más así... 

El domingo, seguimos con los juegos...: el Pingané, la Soga, en la que aguantamos muy bien, teniendo en cuenta lo corpulentos que eran los del otro equipo. Ahí sí que me enfadé mucho, porque lo hicimos muy bien, y les costó bastante ganarnos. Acabaron agotados. Pero bueno, con un vaso de rebujito, se "me pasó" el cabreo...

Quedaba la última prueba, los Cántaros... y ahí estaba "El Trompetón"... y "el Malote" como siempre, dándolo todo. Nos salían "corazoncitos" de los ojos al verlo. 

Terminamos, con la fiesta de clausura, dónde se entregaron los premios y diplomas a los equipos. Acabamos mojándonos en las duchas a "manguerazo" limpio... Bailamos muchísimo, con las poquitas fuerzas que aún nos quedaban...

Y por último, nuestro "menú olímpico"... donde me aproveché de mi compi de al lado para que me diera masajes, por culpa, otra vez de... Fátima.

Vaya "finde" que me ha dado... ¡Y ella, --> lo sabe...! pero, se lo perdono... ¡¡¡Jajajá!!!... Porque gracias a ella, pude ir a las Olimpiadas Rurales. Sabía que me hacía mucha ilusión, y que, en principio me quedé sin plaza,  y en cuantito que pudo, me avisó corriendo para que fuera.

Quiero darle las gracias también a "Los Montillanos". No sabían qué hacer para agradarme: Me daban de su comida, se preocuban por si tenía frío, si estaba cansada, ...  Todo el rato, preguntándome, si me lo estaba pasando bien; uno de ellos,  despertándonos por la mañana haciéndonos cosquillitas, quitándome los nervios en las pruebas. ¡Qué gente más buena y más maja! 


El cartel de 2014, con los aros olímpicos carreteros.

¡¡GRACIAS, Gracias y Gracias!! a Rafa, Belén, Paco, Ángel, Inma, Aurora, María José, Rafi, Manoli, Mari Sol,... En conclusión, acabé con las lágrimas saltadas el domingo... Todavía tengo la pulsera de las Olimpiadas puesta..., sigo cantando canciones de "El Trompetón"..., y sonrío... cada vez que me acuerdo de mi equipo. 

Con eso lo digo todo. Es impresionante, que la inscripción solo fuese de 5 euros con todos los servicios que hemos tenido. A la Organización, y al Ayuntamiento de Añora, hay que darle un 10.

¡¡¡MEJOR, IMPOSIBLE!!! El año que viene más... y mejor.


ESTHER AGÜERO.



RELACIÓN DE JUEGOS DE LAS OLIMPIADAS RURALES DE 2014:


A PIOLA:




La piola es un juego que utiliza fundamentalmente el salto y el apoyo, y es un juego muy practicado por nuestros antepasados.

La piola contiene un vocabulario propio de interés:

1- Mano: Como en la mayoría de los juegos de la época, era quién comenzaba y dirigía la forma de llevarlos a cabo.
2- Burro: Persona que se agachaba flexionando el tronco por la cadera y colocando los codos sobre las rodillas y hacía las funciones de potro de gimnasia. Era el niño que tenía la mala suerte de escoger la mano en la que estaba la piedra o el último participante que entraba a formar parte del juego.
3- Zumaque: Era el golpe que se propiciaba al burro con el tacón del pie en el glúteo al realizar el salto.



GARROTE:




Participantes: En este juego participará un hombre y una mujer por cada equipo.
El juego del Garrote es básicamente un juego en el que se mide la fuerza de los participantes. Dos jugadores, sentados en el suelo, uno frente al otro, juntan las plantas de los pies y se agarran con las manos a un palo de madera llamado Garrote, una vez preparados en esa posición los dos empiezan a tirar cada uno hacia él mismo para conseguir levantar al contrincante del suelo. Ganará el que primero consiga levantar del suelo al contrario.
Material: 4 garrotes, 4 cronómetros.


CUCAÑA:



También conocida como PALO ENSEBADO, es un juego consistente en escalar, trepar y marinear, sólo con ayuda de brazos y piernas, por un poste vertical u horizontal de aproximadamente cinco metros de longitud, que suele estar alisado o embadurnado con alguna sustancia resbaladiza. Los mayos (postes decorados que se colocan verticalmente para fiestas del mes de mayo) se utilizan como cucañas.
Este juego se originó como pasatiempo en Nápoles durante el siglo XVI. También se practica en muchos países de América Latina, donde puede conocerse por uno o ambos nombres.


MIZOS:



Participantes:  En este juego participará un hombre y una mujer por cada equipo.
El desarrollo del juego consiste en tener cuatro tacos alineados y enumerados:
Desde la línea de tirada al taco nº 1 1.5 metros
Desde el taco nº 1 al taco nº 2 1.5 metros
Desde el taco nº 2 al taco nº 3 1.5 metros
Desde el taco nº 3 al taco nº 4 2.5 metros
La línea de validez de la tirada coincidirá con la situación del taco nº 4.
Si la bola no supera la última línea, situada a 7 metros de la línea de tirada, no tendrá validez la tirada, es decir, la puntuación será cero.
Cada jugador intentará derribar el número máximo de palos en cada una
de sus rondas.
Material: 2 pistas de 20x5, 4 tacos de madera, 1 bola de madera.



TIRAORES:


Participantes: En este juego participará un hombre y una mujer por cada equipo.
El tiraor o tiraora es un objeto compuesto de una horquilla de madera a la que se le ata una goma y se utiliza con piedrecillas o chinos. Es un juego muy antiguo en Añora del que no se podría precisar su origen. Los tiraores los empleaban los niños para matar pájaros. Jugaban con ellos poniendo un blanco que solía ser una botella o lata a la que tiraban para darle. Actualmente es un juego que se ha recuperado y se practica en fiestas populares y competiciones de tiro al plato o tiro a un blanco.
La munición, en este caso será de bolas de cristal.
Se prepararán dos canchas de tiro formadas por una estructura metálica, con una lona, en la que se colocarán seis platos, divididos en dos filas de tres platos cada una.
Material: 2 canchas de tiro, platos, 4 tiraores, munición, gafas de protección.



LANZAMIENTO DE ADOQUÍN:



Se trata de lanzar un adoquín de 3 kg para hombres y de 1 kg de peso para las mujeres lo más lejos posible del círculo de lanzamiento.



CARRERA DE SACOS:




Se necesitan unos sacos de tela (los de papel no sirven) y terreno suficiente para saltar.
Para ejecutar la carrera los participantes se introducen dentro de los sacos y éstos se atan al pecho o bien se agarran con las manos. Deben desplazarse saltando sin salirse de los sacos ni caerse.

Modalidades de carreras de sacos:
  • De velocidad. Metidos en los sacos, se trazan dos líneas paralelas a cierta distancia, por ejemplo, diez metros. En una se colocan los corredores y la otra sirve de meta. Vence el que antes llegue a la línea de meta cualquiera que sea el número de caídas sufridas.
  • De firmeza. Similar al anterior, pero el ganador es el que salve la distancia entre las dos rayas con el menor número de caídas.
  • De resistencia. El vencedor será el que llegue más lejos de la línea de partida de entre los que queden en pie. A medida que se vayan tropezando y cayendo los corredores quedarán eliminados de la prueba. El vencedor será el último jugador que quede en pie.
En los sacos los equipos se enfrentaban por relevos, existiendo una modalidad femenina y masculina con 5 chicas y 5 chicos por equipo





LA COMBA.

El juego de la comba es un juego muy sencillo y divertido. El único material que se necesita es una cuerda gruesa y muchas ganas de saltar.




Puedes jugar tú sólo o puedes jugar en grupo. Si juegas sólo tienes que girar la cuerda sobre tucabeza y por debajo de tus pies y tienes que estar saltando a cada vez que pasa la cuerda.

También puede saltar otro al mismo tiempo que tú, con la misma cuerda, pero tiene que pegarsea a ti bastante para que no le pille.


Si el juego se hace en grupo, dos personas tienen que dar a la comba agarrándola por los dos extremos, y el resto (un número indeterminado) son los que saltan. Cuando alguien se confunda se pondrá a dar y la que daba pasará a saltar.


Hay muchas formas de jugar, a veces se salta de uno en uno y otras veces saltan todos juntos, como se ve en las fotos. Eso depende de las reglas que se pongan cuando se va a empezar a jugar.


A la comba se puede dar fuerte y deprisa y que la persona que salte aguante lo más posible.



ZANCOS:


Los zancos son largos postes o pilares de madera u otro material, que se utilizan para permitir que una persona se sostenga sobre ellos a una cierta distancia del suelo. La persona debe desplazarse encima de ellos. Los zancos están equipados con unos escalones en los que colocar los pies, y sobre los que apoyarse o también se pueden utilizar correas para atarlos directamente a las piernas.
Los zancos más comunes hechos con palos largos y rectos suelen ser suficientemente largos para permitir controlarlos también con la ayuda de las manos. También existen unos zancos más sofisticados, los cuales permiten libertad completa del movimiento de los brazos, y tienen un poco de amortiguación.
A la persona que anda con los zancos se le denomina zancudo o chichimeco.



CARRERA DE CINTAS:
   



Se realizan de forma manual una serie de cintas de diversos colores, utilizando las más diferentes y creativas técnicas:

Las cintas se enrollan a modo de espiral con una anilla en un extremo para la preparación del evento, en el que se puede participara con bicicleta, caballo o moto. En la modalidad de bicicleta es necesario tener una gran concentración, ya que tienen que mantener el equilibrio porque no se puede poner el pie en tierra, ir avanzando en todo momento, no permitiendo que quede la bici parada y al mismo tiempo insertar un palito en una pequeña anilla que ha sido colocada en uno de los extremos de la cinta.




LA CARRETILLA:




Las carreras de "carretilla" se practican por parejas y en grupos de contendientes. La pareja está constituida por uno que hace de "carretilla", apoyado sobre las manos que reemplazan a la rueda y con las piernas extendidas hacia atrás; el otro se coloca entre ellas y las sostiene con ambas manos, de pie, a modo de conductor. A la señal, el que hace de carretilla debe avanzar valiéndose de las manos únicamente, mientras el segundo lo sostiene de las piernas. Gana la “carretilla" el que primero cubre la distancia convenida.

La competición se hace por equipos existiendo una modalidad femenina y otra masculina de 6 miembros por equipo. Un porteador va recogiendo a los otros  5 miembros que se encuentran  tumbados a lo largo de un campo de fútbol o terreno con césped. Se lleva a uno y se suelta, tomando luego a otro, y asi sucesivamente hasta llegar a la meta.



SILLITA DE LA REINA:




Se organizan grupos de tres integrantes cada uno. Dos de los miembros formarán la sillita, colocando su mano derecha sobre el antebrazo izquierdo. Luego, con la mano que queda libre, se cogerán al brazo del compañero. El tercer integrante será quien se suba en la sillita. 

Se debe hacer un recorrido sin romper la sillita.



PINGANÉ:



Participantes: En este juego participará tres hombres y tres mujeres por cada equipo, y se realiza en  el campo de fútbol de arena.
El Pingané es un juego para el que se necesita un palo de unos 15 cm, cilíndrico y con los extremos afilados, al que se le llama pingané y otro palo largo o tabla para darle al primero. Hay varias modalidades de juego del pingané. Antiguamente los niños hacían dos campos separados por una raya y en cada uno de ellos se colocaba un jugador. Cuando empezaba el juego, el pingané estaba en el suelo. El jugador lo golpeaba en uno de los dos extremos, lo que le hacía elevarse, y antes de que volviera a caer al suelo se le daba otro golpe para enviarlo hacia el campo contrario. El jugador rival tenía que golpearlo para evitar que cayera en su campo y así sucesivamente. Perdía el jugador en cuyo campo caía el pingané. Otra modalidad de este juego consistía dibujar un círculo en el suelo de unos tres metros de diámetro y poner el pingané en el interior de este círculo. A continuación el jugador golpea el pingané en una de sus puntas para elevarlo y vuelve a golpearlo en el aire para lanzarlo lo más lejos posible. En esta modalidad gana el jugador que consiga llegar más lejos con el pingané, siempre que este salga del círculo dibujado en el suelo. Para las Olimpiadas Rurales usaremos esta última modalidad del juego.
Material: 6 pinganés, 6 palos para golpear el pingané, gafas de protección.



SOGA:



El tira y afloja, juego de la soga o cinchada es un juego que pone a dos equipos uno contra el otro en una prueba de fuerza. Fue deporte olímpico entre 1900 y 1920.
Se enfrentan 12 personas por equipo. 6 chicas y 6 chicos todos juntos por cada equipo. EL peso máximo de un equipo determinado no debe exceder de una cantidad para la clase, se alinean al final de una soga (de aproximadamente 10 centímetros de circunferencia). La soga es marcada con una línea central y dos marcas a cuatro metros de cada lado del centro de la línea. El equipo comienza con la línea central directamente sobre una línea marcada en la tierra, y una vez comenzado el concurso (el jalamiento), intentan jalar al otro equipo hasta que la marca más cercana al equipo oponente cruce la línea central, o cuando cometan una falta (cuando un miembro del equipo cae o se sienta).



PORTEO DE CÁNTAROS:


 
El Porteo de cántaros es una prueba que aún se conserva en Añora y 
de la que se organizan competiciones durante los días de feria. Esta
 prueba requiere de una gran habilidad y equilibrio, por lo que puede
considerarse una de las pruebas más complicadas de las Olimpiadas
Rurales. Este juego deriva de la necesidad que se tenía en la 
antigüedad de ir a por agua a las fuentes públicas, cuando no se 
disponía de agua potable en las viviendas. En esa época, era función 
de la mujer recoger cada mañana el agua necesaria con el cántaro en 
la cabeza. 
Esa necesidad ha derivado en un juego que, básicamente, consiste en
llevar un cántaro sobre la cabeza, apoyado en una "roilla y trasladarlo
a lo largo de un recorrido sin que el cántaro caiga a suelo y sin 
ayudarse con las manos para sujetarlo.

El circuito que deberá recorrer cada participante tendrá dos
partes. En la primera parte del recorrido, cada participante llevará dos 
cántaros, uno: uno en posición horizontal, que se colocará sobre la roilla 
que lleva en la cabeza y otro bajo el brazo. Cada participante puede ser 
ayudado por un compañero del equipo para colocarse los dos cántaros 
en la posición correcta.

Este recorrido será de 15 metros y el cántaro estará vacío, no llevará
agua.

El final de este recorrido es un abrevadero. Llegado a este punto cada
participante deberá soltar el cántaro que lleva bajo el brazo en la 
cantarera y llenar de agua el cántaro que lleva en posición horizontal. 
Para esto, también puede ser ayudado por su compañero una vez haya
llegado al abrevadero.
A continuación se colocará en la línea de salida de la segunda parte del 
recorrido, punto en el que se colocará el cántaro lleno sobre la cabeza 
(roilla) en posición vertical,ayudado por un compañero si es necesario 
y procederá a llevarlo en esaposición en un recorrido de otros 15
metros. En esta segunda parte de la prueba cada participante irá 
caminando por una de las calles dibujadas en el suelo,de manera 
que el primero que llegue a la segunda parte podrá elegir la calle que
mejor le convenga. Este segundo recorrido tendrá además marcados 
cinco niveles, que irán sumando puntos y restando segundos al tiempo
invertido por cada participante.