«LA LUZ, AL FINAL DEL TÚNEL».
Ha sido un puente de San Rafael "especial", con uno de los mejores “regalos” que recuerdo.
Salimos
el Viernes, por la mañana, de avanzadilla, y ya se notaba que iba a ser
una gran fiesta.
Comimos estupendamente, para variar. Recogimos nuestros dorsales y ya, nos unimos al resto de kabrillas.
EL 45, tres niñas bonitas juntas, la rubia, la valiente y la ultrera. El dorsal es el pasaporte a la gloria, el salvaconducto al paraíso, el legado de los luchadores que entran en liza en la batalla. |
Nos levantamos tempranito, después de
una noche movidita, con "ruidos y movimientos extraños"..., y nos
encaminamos a la salida en Benarrabá.
Una vez en carrera, ¡¡todo alucinante!!:
ambiente, compañerismo... dejando que los “expertos” nos guiaran,
y siguiendo sus consejos para intentar terminar la prueba.
La carrera
transcurre por un marco incomparable de pueblos, rodeando un Valle
espectacular de Castaños, arropándolo en todo su esplendor... cada
sitio por el que pasábamos, el amanecer... Faltaban ojos para mirar e
intentar retenerlo todo.
Fueron pasando las horas, y poco a poco,
nos fuimos separando un poco y formando grupos.
Quiero rememorar, uno a uno, a todos mis compañeros de expedición:
Las 2 kabrillas legionarias en la expedición de Aníbal contra el Imperio romano. Dos gladiadoras con la coraza, el escudo, el peto y la loriga incrustadas en la piel, curtidas en mil batallas. |
PAQUI, ¡espectacular!, ¡cómo corre!,
de menos a más, con su correr elegante, tiró en el último tercio hacia adelante, porque
tenía posibilidades de trofeo y medalla, que al final consiguió, y de lo cuál
me alegré, porque vi cómo luchó y cómo lo dio todo. Es una "pedazo
de Ultrera".
JUANMA, ¡impresionante!... Después
de ayudarnos en todo lo posible, se marchó hacia adelante para ayudar
a Paqui, que se estaba quedando sin baterías para el frontal, y le ayudó a conseguir su trofeo... Y se fue, como si acabara de empezar la
prueba, cuando llevábamos más de doce horas de prueba. Nos dejó
“arropaditos”, nos dio un “beso de buenas noches”, y se marchó "a tumba abierta".
ALFREDO, ¡un descubrimiento como atleta y, sobre todo, como persona! Ya conocíamos algo, después de la aventura de “La noche de las Perseidas”. Fue un compañero ejemplar, ayudando en todo, haciéndonos fotos, y siempre con la sonrisa en la cara, dispuesto a echar una mano... Y, se ve que se quedó con ganas de más, ya que al llegar a meta, saltó el caballete de los chips como si fuera el último obstáculo.
EVA, ¡una gran luchadora!, hizo muchísimo esfuerzo, después de estar dos semanas parada por culpa de una rodilla, pero se lanzó a por la prueba como "si no hubiera un mañana"... Al final, se quedó en el pueblo de los Pitufos, con "mi Pitufina", acompañándola en los avituallamientos posteriores. Se merece la medalla de Finisher, como el que más, y ya tiene próximo reto a la vista.
De ISRAEL, ¡¡qué decir de este
“pedazo de tío”!! ¡¡Grande, como persona y como deportista...!! Nos
hizo llorar a todos, después de su llegada a Meta. Pero no sólo a
nosotros, sino a todos los que estaban allí, esperando para ver la
entrega de trofeos, y al final, asistimos a la Ceremonia más
entrañable vista nunca. Se quitó el mal sabor de boca de pruebas
anteriores. Y esto, lo recordará siempre, al igual que yo y el resto de
los que allí estabamos.
DANI, ¡un crack!, y uno de los mayores
“liantes profesionales”, que me metió en el "embolao" éste y, al
que estaré siempre agradecido, porque ha sido una de mis mejores
vivencias. Pasamos buenos momentos, malos, sueño, hambre... pero
teníamos que llegar "como fuera", y al final, lo conseguimos, después
de muchos kilometros andando con "los palillos" echando humo. «-Aunque no
me quieras entrenar porque ya tenga entrenador, ¡¡¡Gracias por todo!!!»
Y CRIS, ¿qué decir de ella?... ¡Sin
ella, no hubiera sido posible nada de esto! Siempre ayudando, sonriendo, y animando,
a pesar de las preocupaciones por todos... Ha hecho grandes amigas, yendo de
avituallamiento en avituallamiento, y ya se ha apuntado a la siguiente
prueba, esta vez "para participar". Todo, puedo resumirlo, en que tenía previsto estar cada 2
avituallamientos, y al final, le rogamos que nos esperase en todos, para
animarnos, porque si no, no llegábamos al final. ¡¡¡GRACIAS!!!
Para mí, una experiencia única e
irrepetible. Espero hacer más pruebas y convivir con esta
maravillosa gente a la que por suerte y gracias a Twitter he conocido.
Sí, de casualidad pero... ¡¡Qué GRAN casualidad!!
Termino ya, recordando que el viernes
me llamó un amigo para felicitarme y al relatarle la aventura que viví el día
siguiente me dijo:
«-Has visto la Luz al final del Túnel».
RAFAEL PRIEGO.
«LAS CARAS DE MIS COMPIS, HACIENDO EL GENAL»
«LAS CARAS DE MIS COMPIS, HACIENDO EL GENAL»
En el último post Evita decía
«-¿Qué pasará en el Valle del Genal?»... Y desde luego, nadie lo podíamos imaginar... No me voy a parar mucho en los "ruidos sospechosos" a las 3 de la mañana, en la
habitación de Morito y Paecito, ni en lo bonito que es el Valle, ni en el burro, que
se hizo amigo de Eva..., sino en lo que vi
en los rostros de cada uno de mis compañeros conforme se iba desarrollando la carrera.
La salida fue dura, también para mí... Iban
mis compis a vivir una aventura y yo no… ¡¡Joooo!!… ¡¡¡Me quedaba sin uñas!!! Pero luego,
me fui dando cuenta de que mi sitio era ese, y era, en aquél momento, donde tenía que estar .
Poderlos recibir en los
avituallamientos y poder colaborar en que su aventura para que en pequeños
momentos fuera en algo distinta, para mí fue algo muy gratificante, y sobre
todo, darme cuenta de cómo la amistad y
el cariño se está forjando entre nosotros.
De cada uno de ellos percibía…
De Evita, está claro, ¿quién? lo da todo
por un objetivo…., radiabas energía, te comías el valle, tu corazón te hubiera
llevado a cualquier sitio, y por supuesto, a terminar la carrera, ¡y lo sabemos!... Pero, hay momentos en que la razón tiene que ganar al corazón, y tú lo supiste... Esa, es la clave de la sabiduría y has demostrado que la tienes. En ningún
momento, aprecié cansancio, aunque sé que lo había... Sólo vi, cuando llegó el momento,
resignación.
Alfredo muestra la opción "No palillos". Buenas piernas, equilibrio, manos libres para bracear y apoyar en los vastos en las subidas verticales, y equipo reducido a la mínima expresión. |
Alfredo: ¡¡¡qué tío!!!, ¡¡lo que
hubiera dado por ver ese salto de meta en directo!!... Te ibas creciendo, y en tu
cara el cansancio iba desapareciendo... ¡Vamos!, que la "cervecita" creo que tenía
algo, estaba hecha -seguro-, con agua del Genal. Me alegra mucho haber coincidido
en esta aventura contigo... ¡¡¡Qué buena gente eres..!!!
Paqui, ¿qué puedo decirte?... Vi tu transformación,
conforme pasaban las horas... las ojeras de las migrañas desaparecían y tu rostro
se embellecía con el transcurso de la carrera... Pude comprobar tu cambio en
"mariposa" sobrevolando el Valle. ¡¡¡Eres una persona muy especial !!!
¡¡¡Morito !!! ¡¡¡Qué grande eres !!! Un deportista ejemplar y un compañero
inigualable. Al verte, me transmitías la alegría de ¡¡¡otra barrera superada!!!,
la alegría del que lo valora, porque sabe lo que es el sufrimiento en una prueba
tan dura… ¡Qué guay!!!... ¡¡¡Ahh…!!! “¡¡Cada uno se quita la mochila como quiere!!”
Juanma, nada más empezar la carrera, se creó
un halo de luz alrededor de su cara. ¡¡Transmitías la alegría de un niño que
se lo está pasando bomba!!, la serenidad de la experiencia, la preocupación de
que cada una de tus kabrillas estén en su lugar para tú poder disfrutar y poder
llevarlas a cumplir su sueño en la medida de lo máximo posible, ¡y así lo
hiciste!
Tú, Israel, tenías en el rostro el sufrimiento, pero, como bien demostraste, en el corazón, tenías la victoria. Te hubiera acompañado en todos los avituallamientos, pero... tenía que elegir. Mi ¡¡enhorabuena!!, por tu valentía, luchando solo desde el Jardón por todo el Valle.
A Rafa, no le pareció bien la konquista del kastillo de Gaucín, y lo abandonó rápidamente kual "tierra kemada". El Molino del Kapitán, esperaba impaciente y desafiante como el Abismo de Gelm. |
Y de mi Rafalín, sabía, que si no era
por algún percance físico, que lo ibas a conseguir... En tu cara veía el cansancio,
pero en ningún momento la derrota, y conociendo tu poder mental y el compañero
de viaje que tenías, no lo dudé, ni un instante. El verte cruzar la meta fue de lo más emotivo y
espectacular... ¡¡¡Eres maravilloso…!!!
Nuestro kaballero ultrero, y su musa y ángel de la Guarda, que con su espada protectora le iba abriendo y guiando el kamino. |
Dicho esto, deciros que doy lo
que haga falta por hacer un ultra con vosotros, y que si tiene que ser como
acompañante, ¡allí estaré! ¡¡Ha sido todo un honor!!!
GRACIAS A TODOS
CRISTINA MALFEITO.
P.D. Quiero mencionar a Ana Belén, una
palaciega sevillana, sin la cuál, el paseo por el Valle hubiera sido distinto y seguro que más
duro en los tiempos de espera. Gracias.
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