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miércoles, 30 de abril de 2014

UNA KABRA LOKA EN LA «ANDALUCIA BIKE RACE»




    La Andalucía Bike Race, [ABR]*, es sencillamente MÁGICA. Cualquier persona, a la que le guste la MTB, debería plantearse hacerla, por lo menos, una vez en la vida;  al igual que para un musulmán es su peregrinación a la Meca: OBLIGATORIA.

     El estar rodeado durante seis días de la élite mundial, con una organización perfecta, disfrutando de puro MTB, no tiene precio... Es el "Dakar" de la MTB. Impresiona el "contraste" de los profesionales frente a los populares. Si habéis visto los reportajes del Dakar, os haréis una idea.

 
Alberto, Sergio Doroteo, Isidro, JuanMa y JuanJo. Los 5 magníficos, "ready for fun"
 
    Era la segunda vez que la hacía, pero esta edición tenía unas connotaciones especiales. En primer lugar, mi pareja sería mi hermano pequeño, Alberto, “el Cachorro”. Lleva sólo dos años montando en bici y ha perdido 30 kgs. Todavía estamos alucinados de lo que ha hecho. En segundo lugar, íbamos a tener la compañía de lujo del Equipo de Rumbo Solidario, formado por Sergio Doroteo (referencia del MTB en Córdoba), Isidro Martínez y Juanma Toledo, los dos, héroes en agosto al cruzar el estrecho de Gibraltar nadando (fue un equipo invitado por la Organización, por eso eran tres).


     Este año, era la primera vez que terminaba en Córdoba, por lo que era una baza a favor, ya que conocíamos el terreno.


     La primera etapa ya nos adelantó la dureza extrema que tendría esta edición. Nada más salir, una subida de 18 km, sí, sí, así, en frío. Hizo mucho calor y disfrutamos de un día ideal para MTB, hasta que llegó el primer gran susto... Al final de la etapa, al principio del último puerto, de 9 km de subida, empezaron los calambres... No me lo podía creer, llevaba sin tener calambres tanto tiempo que no me acordaba lo que se sufre psicológica y físicamente. Mucho calor y poca hidratación..., es lo que conlleva... Te relajas, no te concentras en la alimentación e hidratación, y ya no hay marcha atrás. 

      Fueron 9 km de subida infernales, con mucha cadencia, y aún así, calambres a tope. Pero supe sufrir, y gracias al apoyo durante toda la subida de mi amigo Juanma y con la fuerza moral que me daba el ver al Cachorro fuerte y subiendo sin problemas, se pudo pasar la primera etapa. Eso sí, sufriendo más de la cuenta, y cuando nada de eso estaba todavía previsto. [68 km; 1.900 m+].


    La segunda etapa fue épica. Sólo los que estuvimos allí somos conscientes de lo que pasamos: mucho barro, frío, nieve... Fue extremadamente dura, y muy peligrosa. Sufrimos como nunca y salimos muy reforzados anímicamente. [63 km; 1.850 m+].


Si el traje viene limpio al terminar la etapa, es que no has vivivo MTB de la "buena". Jejejé.


     Teníamos muchas ganas de llegar a la tercera etapa, la de Andújar, ya que la conocíamos perfectamente, y nos encanta. Puedo asegurar que es la etapa más bonita que conozco para MTB. Lo tiene todo. De la manera más tonta, Sergio y Alberto (Cachorro) se engancharon con los manillares, y Sergio se fue al suelo, dando con su hombro -ya tocado- en el suelo. Terminó la etapa, pero no pudo salir al día siguiente. Fue un duro golpe para todos... Eramos un equipo de 5, habíamos entrenado juntos y compartido tantas cosas, que lo sentimos mucho por él. Córdoba nos esperaba. [78 km; 1.750 m+].


    La cuarta etapa fue un “paseo” [78 km; 1.450 m+], ya que aunque era larga, no fue técnica, y nos pudimos relajar un poco. Ni decir, la cantidad de veces que nos caímos en las tres primeras etapas.


    Llegó la etapa Reina, y de nuevo una dureza brutal, desmedida e infernal. [84 km; 1.800 m+], recorriendo todos los senderos de nuestra Sierra, perdón, de nuestra “espectacular Sierra”. Fue una etapa que nos marcó. Alberto lo pasó muy mal, pero supo sufrir como un campeón y salió muy reforzado. Sólo quedaba una, el paseo final.


JuanJo aún con el maillot "muy limpio" en una subida infernal de las de bicicleta al hombro.

  
  La sexta era ya un paseo, [56 km; 1300m+], "chupada". Fue un infierno, la más técnica de las de Córdoba, pasando por senderos impracticables, subiendo por la Anaconda... Muy dura y con 5 días de puro MTB acumulado en las piernas. Pero teníamos que terminar, fuera como fuera. Isidro y Juanma siempre estuvieron conmigo y con Cachorro, en todos los aspectos. Los 5, después de la carrera, hemos reforzado un vínculo que sabemos, siempre existirá. 

    Alberto, nos sorprendió a todos, con una capacidad de sufrimiento y una constancia que no pasó desapercibida para el resto del pelotón. Todo el mundo hablaba del "Cachorro", y lo animaban. 

     Por fin, llegamos a la meta, crees que vas a llorar, que te vas a derrumbar, que vas a saltar como un loco, que le vas a dar besos a todo el mundo...  pero no te quedan fuerzas ni para respirar. Es, meses después, cuando le das valor a todo, al valor que tiene proponerte algo y no caer en el camino, a la capacidad de esfuerzo y la recompensa que siempre conlleva, al valor de la amistad, a la capacidad de sufrimiento que se va adquiriendo y que te asusta el no saber ¿cuál es el límite?.


    Durante la carrera conocimos mucha gente espectacular, compartiendo grandes y mágicos momentos, que siempre quedarán esparcidos en nuestras sierras.

 
JuanMa Toledo, IsidroMartínez, Alberto el "cachorro", y JuanJo (kabras lokas). Cuarteto finisher.

    Gracias a Juanma, Isidro, Sergio... por estar ahí, y poder conoceros. Pero, sobre todo, gracias a Alberto “el Cachorro”. Nos ha demostrado que se puede conseguir lo que uno se propone. Nos has enseñado que el sufrimiento engrandece a las personas, y que lo importante, no es ganar, es llegar. Y que la dignidad es un valor innato en cada persona, pero que también se transmite; el respeto se gana, no se adquiere, y los grandes deportistas son los que demuestran que, con su capacidad de sacrificio se consigue lo que se proponen.

     Mi máximo respeto a los ganadores y a los que están luchando por un podio, pero más respeto aún por los deportistas que tienen un trabajo y se proponen retos inimaginables, sacan tiempo para entrenar, sacan energías, y además, consiguen sus retos.

    Estoy deseando que llegue febrero, para hacer la próxima edición de la ABR, pero antes, quedan otros objetivos. El primero, el Íronman de Zúrich. El segundo, el Ultratrail de los Bosques del Sur, que haré con mi alma gemela, Juanma Toledo.
 
     Habrá que sacar fuerzas y ganas de entrenar. 
   
     Hay que conseguir lo que te propones, o por lo menos, INTENTARLO.


JUAN JOSÉ GALLEGO MARTÍNEZ.
    

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