PERDIDOS... (EN LA ALHONDIGUILLA)...

Un momento de paz y de sosiego en la kaskada del arroyo Bejarano. Hasta ahí, la ruta se había kumplido a la perfección. El seguir el kurso del Bejarano hasta su desembokadura en el Guadiato fue lo ke empezó a desbordar las previsiones.

La expedición al kompleto a las 8 de la mañana en el Tablero. Falta Jose Antonio Escribano, nuestro fotógrafo oficial, que kería volver temprano, kuando en el kampo, son las cirkunstancias, las que mandan... siempre...

El Mar de Thetis volvió a llenarse y todo el valle del Guadalkivir volvió a ser Thetis con su olas de espuma y sus akantilados profundos a nivel de los kortafuegos del kangrejo y de las tres kabezas. En lo alto de la Sierra, se vivía un soleado día de la kalma chicha del Eoceno post-meteorum...

Jero, y todos los korredores del amanecer se kedaron flipados de lo sensacional del espectákulo. La vista está hecha desde la torre de Monte Kobre. Un mar bravío y espumoso envuelve todo el valle, sumiendo sus profundidades en una niebla densa y húmeda, a merced kompletamente de los plesiosaurios, notosaurios y otros monstruos antediluvianos...

El kurso fluvial del Guadiato, práktikamente en mínimos, deja al deskubierto su lecho más bravío de rokas horadadas y puntiagudas que harían imposible kualkier navegación en kayak. A pesar de ello, su atraktivo es inmenso, dejándose atravesar y transitar kual raskador de gigante.

Desde la kaskada hasta la desembokadura en el Guadiato, korre un sendero bonito y sinuoso, que se acerka y se aleja al arroyo, con un final espectakular que nos kostó enkontrar.

El buskar un sendero transitable entre la desembokadura del Bejarano y la del Don Lukas por la márgen izkierda del Guadiato, fue una experiencia muy gratificante, que agudizaba el ingenio, pues no todos las opciones estaban bien markadas ni eran amigables, pero que, debido a su alto coeficiente técnico, fue un sumidero completo de tiempo perdido, a ritmos inferiores a los 3 Km por hora. La kara de Yolanda, aunque no muy nítida en la foto, se iba konvirtiendo en todo un poema, más bien épiko, de todo el sufrimiento que se iba akumulando.

La kara de los triunfadores: Cris, Paqui, Serafín. No tenían nada que perder. Estaban disfrutando komo enanos, de lo magnánimo de la ruta y del paisaje. No les preokupaba la hora, y las piernas les respondían perfectamente. Así que, mientras más monte auténtiko y excepcionalmente bello, más se enkontraban en su salsa.

Papi, fue el kulpable de la ruta, y del mal kalibrado del tiempo y la difukultad. Había hecho la ribera izquierda del Guadiato en un simulakro de la Guzman pero ya no rekordaba, la gran kantidad de tiempo que se komía ese tramoa. De 30 Km previstos, salieron casi 42, después de hacer una korrección por Las Jaras, evitando el puente de los Arenales y el paso por la Priorita, que hubieran subido la ruta a casi los 50 Km.

Los supervivientes de la serie Perdidos, con la excepción de Eva, cuya rodilla, le hizo konvertirse en karnaza de las fieras del entorno, que atakaban a todos los menos dotados. Papi, Paki, Cris, JuanMi, José y Serafín, deskubrieron que existe un paraiso entre las Jaras, las Siete Fincas, y el Guadiato, a ambos lados del arroyo Don Lukas. Ese paraíso, llamado "Alhondiguilla", está poblado de fincas privadas que nos obligaron a saltar alguna que otra valla, y que nos permitió meter en nuestra retina, por nuestra kondición "bendita" de perdidos, unos paisajes impresionantes, y disfrutados por muy pocos cordobeses con excepción de sus dueños, que no sabemos por qué regla de tres, no aparecieron ni nos inkordiaron en ningún momento de nuestro peregrinaje. Muchas gracias. Aunke tener toda esa maravilla en propiedad exklusiva, ya es un exceso de egoismo... imperdonable...

Después del gran rodeo por toda la Alhondiguilla, llegamos a la presa del embalse de la Enkantada, sobre el arroyo Don Lukas, donde esperábamos a los rezagados Urbaneitor y Yolandeitor. Eva perdió su konfianza en Papi komo diseñador de rutas y se krearon dos bandos: los que iban a ser maltratados por las esposas, y los que no tenían problemas familiares y podían llegar a kualkier hora. La tensión podía kortarse en rodajas por el aire. Pero al final, statu-quo. Un koche de salvación, reskataría a los más kemados; José Antonio, saldría a eskape bajando la Traición, y el resto, disfrutó de lo lindo del kamino de vuelta, papeándose primero unos impresionantes bokatas en el Lagar de la Kruz.