TREFILADOS

OFISUR

domingo, 1 de febrero de 2015

SUPERADO EL TRAIL DE LA ALPARGATA, NO SIN SUFRIMIENTO


Tenían 48 km por delante de puro trail con kasi 2000 m+ por un lado y 22 km por otro con 460 m+. Una prueba rápida y otra espartana y durísima para ser inferior a los 50 km. Pero es lo que tiene el trail. Que a veces, mientras más difícil nos lo ponen, más largo, más técnico, más empinado, más frío, más peligroso...  MÁS NOS GUSTA. 


Mi crónica de la Alpargata...


La carrera: preciosa... y dura... «¡¡Tenemos una Sierra im.presion.ante... !!»


El trazado: "super-bien..." Algún km de relleno, pero bien...


La compañía: inmejorable...: mi "rubia"...




La pareja incombustible del Tridente kabrilla: Clemen y Moni, que hacen de duetto super-kompenetrado. Disfrutan a tope, tienen un ritmo semejante, una mentalidad devoraperrakas parecida y una amistad inkebrantable.



Los avituallamientos: se pueden mejorar...

La llegada a zona de meta: super-emotiva... "Rubito", el caballo, corrió el último km con nosotras... 




Rubito, montado por María, junto a Encarna, Alanís, Clemen, Mónica, Valeria y Esteban.


La entrada en el arco meta: ¡con mis niñas!, ya, ¡¡¡me dejó sin palabras...!!!




El regalo más grande que pueden hacerle a Moni en línea de meta: Sus dos hijas. Todos los demás pongos, son testimoniales.

Lo de después: -y lo que ha pasado en estos días-... un poco vergonzoso... Desde la primera a la última persona que entra en meta se merece un aplauso... es un ganador... 


¡Por otro ladooooo!!!: ¿Cómo se les ocurre hacer una carrera sin categoría senior????... ¿Qué pasa con todo el segmento de edad entre 24 a 39 años (el más numeroso)? ....¿Es que no optamos a nada???... 




No hubo un podio real para las Seniors cuyo acceso a trofeos se vio menoskabado por la irrupción de 2 veteranas en las 3 primeras de la general, hecho que no kitó del podio a otras 3 veteranas.


Tal vez, porque yo corro porque me gusta... porque disfruto... mi premio es ese... disfrutar... y acabar... Pero si además puedo conseguir algo (aunque sólo sea un "pongo" sin valor material alguno)... pues mejor que mejor...




Siempre Moni, orgullosa de su pertenencia a Kabras. Y C.D. Kabras, super-orgulloso de tenerla a ella, aunke en montaña los podios de seniors sean uvas kontadas.



Pero digo una cosa...: «Yo soy madre de dos niñas pequeñas... Tengo un trabajo... Llevo mi casa... Y además... saco tiempo para entrenar... sacrificando domingos... siestas... noches... ¿Cómo se me puede comparar con una persona que su trabajo es ese???... que dedica ocho horas de su día a entrenar???... No lo veo lógico... Creo que esto debería cambiarse... O al menos, pensar en todas aquellas mamás... papás... y demás... trail-runners (porque en atletismo no pasa esto)... que su pasión es correr...»

MÓNICA SIMÓN.




Eva, nuestra reportera destakada en meta, cuyo prestancia a sus kabras para obtener la llegada fotografiada de kada uno de ellos, se supuso un buen katarro, que la dejó grogui más de una semana después.



Clemen, es inkonfundible. Es alguien que hace brotar a las kámaras, que desesperadas tratan de meter de la 1 a las 1000 sonrisas en su interior. Es komo "El niño". Su kara, le gusta a la kámara.


Recuerdo de la alpargata trail... 47 Km por nuestra Sierra cordobesa...

CLEMEN LÓPEZ.




Hola...
Recuerdo, sobre todo, las buenas sensaciones con las que empecé: unirme al grupo de Kabras (Chema, José Antonio y Manolo Casado), e ir, todo el rato, disfrutando del paisaje. 



Chema Ávila, nuestra mejor kabra en la Maratón, radiante, tras su entrada en meta.


Quiero darle las gracias a Chema, porque si no es por él, varias veces me fuera despeñado durante el ascenso desde el Guadiato hasta Plaza de Armas, creo que era...


Luego me comí 3 bocatas en un avituallamiento, que me dejaron "centrado", y ¡¡a continuar...!! Pero en la bajada del sendero de Los Pobres, sufrí lo que nunca: mucha debilidad muscular, que tengo que mejorar para afrontar el Desafío de Cálar del Río Mundo... 





Manolo Calero, en plena ascensión por los senderos de la Sierra.

Pero, por fortuna, sólo eran los últimos kms, y al final... 
¡¡¡VICTORIA!!!

¡¡¡Mano haciendo signo de la victoriaObjetivo conseguido!!!

MANUEL ANTONIO CALERO.






Nuestros Starsky y Hutch en medio del monte. Son los "Manolos", pero en lugar de cantar "All my loving", trotan por el campo viviendo el "All that's Trail".



Tenía planeado marcar mi ritmo de subida por la cuesta el Reventón, que la tenia "mu estudiá", y a mitad de la subida, me la cambian por un sitio que no conozco y me fastidian mi ritmo... (¡¿?!)...

Fui con dos térmicas, el cortavientos, la camiseta de Kabras, pañuelo del cuello y guantes de principio a fin... ¡¡¡Y pasé mucho frío!!!

En los Riscos, me "cagué"... ¡como los niños chicos!  
La ruta, preciosa, y el pasar por los puentes califales me emocionó y casi lloro también.  

Prueba bastante dura... con muchos Km... "de regalo".  

Me quise pegar a un "chavalín" que iba muy fuerte..., pero luego, me di cuenta que era José Antonio Escribano.  

En el Km 43, empecé con amago de calambres... y me quedé atrás... Pero al final, conseguí alcanzar a Manolo Calero y entrar en meta con mi amigo del alma...



Enorme pareja de buena gente. Amarrarán la experiencia y tensarán más los mecanismos para salir victoriosos el próximo 12 de Abril en los 65 Km del Desafío Lúrbel de Cálar del Río Mundo.


Lo mejor de la prueba...

MANOLO CASADO.



José Manuel Chaparro, junto a un amigo, participó en la Media con un tiempo más que honroso, y ya es adicto al vicio de las kabras de monte. En Zuheros, volveremos a verle.


La verdad es que se me hizo dura,  pero fui recién recuperado de un constipado y estuve dos semanas sin entrenar.

Pero en general, la carrera me gustó.

JOSÉ MANUEL CHAPARRO.




Alpargata Trail 2015 Una visión “muy particular”

Expectación, nervios, congoja, ilusión, pero sobre todo, “nivel”, “mucho nivel”...

A las 8:00 de la mañana del 1 de febrero, ya se notaba que las enormes piernas de unos no eran las mismas piernecitas que las de otros... Y eso a mí, ¿qué queréis que os diga?, me acojonaba bastante. El caso es que, -algo-, me decía que igual éste no era mi sitio; que todavía me quedan años para llegar a tener la mitad de fuerza en las piernas que las de algunos que calentaban por allí... Pero… ya no había vuelta atrás...

Lo malo de levantarte temprano, es que ya no quieres volver a la cama, y menos cuando estás en la línea de salida de una carrera tan espectacular como dura. Así que:, ¡¡pistoletazo y a dosificar!!!

Sí… ¡¿dosificar?! ¡¡¡Un huevo!!! Subimos las Ermitas, bajamos los cortafuegos hasta la  Casilla del Aire y subimos la Vereda de Trassierra como si “no hubiera un mañana”...  
El único respiro fue en la gasolinera del cruce de Trassierra; pero incluso allí, todo el mundo comentaba que íbamos justos para el corte del Km 26. Así que, ¡de nuevo a volar!

Bajamos el bosquecillo Fangoorn, como Kilian, cuando apenas roza las rocas mientras “crestea” por el Anapurna y compañía... La gente incluso gritaba y alucinaba de la velocidad y las curvas cerradas; y yo, disfrutaba a saco, aunque sabiendo que era el único tramo fácil que quedaba hasta la meta.


José Carlos Muñoz, no tuvo buenas sensaciones en la Maratón, y tras dejar a José Antonio y pensar en el abandono, al fínal se reinkorporó a la karrera, llegando tras Clemen y Moni. Enhorabuena, Pepe. Ser finisher, cuando parece que todo se va al garete, tiene más mérito que subirse a un podio cuando todo va bien..


De repente, se acabó lo bueno, salimos al “llaneo”: camino del Bejarano, y la gente empieza a poner lo que llaman “ritmo ligerito”: ¡¡como si no fuéramos rápido ya!!! Me consigo enganchar con un grupillo en el que va la que fue tercera clasificada y no veas cómo charlan en carrera mientras el resto hacemos lo que podemos por no morir en el intento. «¡De ahí no me suelto, ni muerto!!! Pero las piernas son las piernas y la carrera va poniendo, poco a poco, a cada uno en su sitio... Hay que bajar ritmo sabiendo que así no llego a ningún sitio. De nuevo, la mente avisa: «Dosifica... ¡¡¡Jodeeeer!!!» Así que esta vez, -sí-, le hago caso y me despido de las máquinas, que van “a lo suyo”...

Ya, en ritmos muuuucho más asequibles, empiezo a disfrutar de paisajes, alturas y recorridos por zonas sencillamente “espectaculares”, llegando al corte con una hora de antelación: ¡¡¡Conseguido!!! Ya puedo hacer la otra mitad de carrera sin el agobio del tiempo en la cabeza... ¡Y menos mal!, porque empieza lo duro “de verdad”: la subida a Plaza de Armas y después al Pedro López... Pero... «-¿Quién coño ha diseñado el recorrido?» ¿Y encima te dicen que se podía hacer andando en tiempo de corte? «¡¡Vamos!! ...  ¡¡No me jodas...!!»



Javi Miranda, en meta, y aún con luz del día. Si se puede contar, si se puede cruzar la meta, si el hacerlo nos emociona intensamente... todo lo sufrido anteriormente se olvida en 0.2 y sólo nos queda lo bueno.


Lo siguiente que recuerdo es: «Duro, duro, duro y más duro». Así, sin más. La subida al Pedro López la hago con la que fue cuarta clasificada (o quinta, ya no lo sé), ella va comentándome cosas de la carrera, y yo, apenas respiro y sobrevivo al mismo tiempo... Creo que se dio cuenta que “muy muy bien”, no iba. En cuanto hicimos cumbre y creo que puedo empezar a respirar, le dicen a ella que: «Vas cuarta y la tercera la tienes a tiro»... Lo siguiente, es que apenas veo el rastro de ella en la bajada...  “O se mata, o llega tercera”, eso lo tendría claro. Así que yo, -a lo mío-, que todavía queda mucha carrera.


Eva, rodeada de dos mákinas del trail de kabras, dentro de la kategoría de Master 50, José Antonio Escribano y Pedro Ruiz. Los ha elegido bajitos, para que no la dejen en evidencia, y morenos, para que destaque su pelo rubio...
 ¡¡No sabe na!!!


GR-48, las Jaras, Assuán..., hasta que llegamos a la bajada por los Pobres con más dolor en los pies que ganas. A esa altura, la gente me pasa con una facilidad que siempre me sorprende: «¡¡¡Seguro que ellos sí, han dosificado, ja ja ja!!! Y por fin la entrada en meta... ¡Como siempre, indescriptible, emocionante, muuuuuuuuy gratificante.

¡¡Objetivo cumplido!!



Javi ha konseguido el objetivo principal: "emocionarse al llegar a meta". Y esa emoción, bien vale toda la karga de sufrimiento y de esfuerzo que se ha tenido que sufrir y que dejar por el kamino.


Como decía un triatleta de los buenos: «El objetivo, es siempre el mismo: ¡emocionarme al cruzar la meta!». Pues espero que sea así en todas las carreras que haga; que sea capaz de darme cuenta de lo que acabo de hacer: de esa barbaridad de kilómetros que acabo de recorrer, del límite al que he llevado a mi cuerpo y algunas veces sobrepasado con creces, de la suerte que tengo de correr por placer y de saber sufrir en los momentos duros. Pero sobre todo, de correr por los que ya no están, por esas personas que siempre llevas contigo justo al cruzar la meta y en las que siempre te apoyas cuando la cabeza te dice hasta aquí has llegado. Por todos ellos, repetiremos una y mil veces este placer doloroso que es la libertad de correr!!!


JAVIER MIRANDA (otra Kabra Loka suelta por el monte).



Bueno, pues vamos al lio...

Después de un largo parón navideño, demasiado largo, me enfrento de nuevo a una nueva prueba... Ésta, es la cuarta que realizo por campo, todas de igual distancia. 



Fran Porras, una mákina venida a kabras, que nos va a meter a todos una 6ª velocidad, para que nadie nos levante el polvo por delante. Bienvenido. Esta es tu kasa y tu gente.


La idea era ir con un amigo... Los 2, al mismo ritmo, y tomármelo como un entreno de calidad, pues desde que he vuelto a entrenar (10 de enero) lo más largo que había hecho habrá sido 1.30 horas...

Hacemos una salida rápida  hasta entrar en los primeros olivos, ya que al conocer el recorrido queremos evitar el tapón que se puede formar cuando se estreche la subida...

Llegamos bien al Reventón... Iremos entre los 50 primeros y hemos ido a un ritmo suave (creemos)... Mi compañero va a unos 4-5 m detrás de mí... Lo espero, y comenzamos a subir el Reventón tranquilos... dosificando por lo que nos queda...

A mitad de subida, nos encontramos la primera sorpresa: "Los Pobres"... Pensábamos que era el Reventón completo... La gente de delante comienza a andar...,  así que, aunque en los entrenos subimos corriendo, "sentamos cabeza", y hacemos, "lo mismo que el resto"... 

Terminamos la subida, y mi compi se descuelga de nuevo, por lo que al salir a la carretera lo espero y le pregunto: «¿Que tal vas???»
Lo veo un poco "fuera de punto", por lo que le digo que voy a coger mi ritmo... ("--> error...")

El sendero de Los Lobos y demás, hasta Assuán, se me pasa rápido... 
La gente de delante empieza a correr y ya se van formando grupetes...
Llegamos a Assuán, y paso del avituallamiento... Llevo agua y algún gel... Ya, se me "han cruzado los cables" y he entrado en "modo competición"...


En la bajada de la Traición empiezo rápido, pasando a algún participante; y al llegar a la zona de piedras, echo el freno por completo: sé que está malo y no estoy muy entrenado...: «Queda mucha carrera...»


De momento, estamos subiendo los Morales... Empiezo la subida "a ritmo"... sabiendo que es larga... Llegan los primeros regueros y la gente empieza a andar... Yo sigo con mi ritmo, "despacito y con buena letra"... En un tramo corrible, de nuevo, recupero un poco pero para la última cuesta, donde subo andando...


Nos metemos en Conejeras, camino que conozco muy bien, de hacerlo en Mtb, claro que al contrario... ¡¡Ufffhh!! Tiene su "cosita"... Ya no va uno tan fresco...


Llegamos a la "V" y llevo delante un grupete de 6-8 corredores, que no van mucho mejor que yo, ya que la suben andando... lo que me da un plus de motivación para pasarme también el 2º avituallamiento...


Entramos en zona rápida y debido a mi envergadura se me suele dar bien... Empiezo a coger ritmo... Conforme nos acercamos al Camino de las Flores, paso a un par de participantes...  «Esto va bien»... Ahora viene una ligera bajadita para recuperar...


Entramos en Arroyo Lucas, y sigo llevando por delante un grupete de 6-7 a vista de pájaro... Empezamos a subir en dirección Assuán y la piernas empiezan a fallar... No tienen los km suficientes... Así que, como siempre, el campo te pone la ideas claras: «Hay que aflojar...: vas muy justito y quedan 5-6 Km...»


Cruzamos Assuán y la gente de delante comienzan a irse... He tenido que aflojar... No es cuestión de llegar "muerto"... Era un entreno de calidad...


Me quedo solo, prácticamente, hasta comenzar la bajada anterior a los Pobres, donde me pasa "una bala" y comienzan a molestarme los vastos externos... Empezando por el derecho, y ya en Los Pobres, el izquierdo... Esto pinta "feo"... Lo que quedaba, era bajar los últimos kms y ahora no puedo apenas correr en los sitios técnicos, porque a más tensión, mayor molestia...


Ya dentro de Los Pobres decido andar y correr muy suave..., deseando llegar al Reventón, donde podría correr algo mas rápido al no tener que frenar el cuerpo...

Termino Reventón, y una zona llanita... ¡Perfecto!, pero me temía lo peor... Un pequeño cortafuegos («¡¡Hoy NO... Por favor!!»). ¡¡Uufff!!! ¡Suerte! Nos dan una vuelta pero no se baja... De repente, estamos en una zona de pinos... 




Hasta la inkorporación de Fran Porras, Jero, era nuestra mejor kabra en la media Maratón. Ahora, kometió el error de perderse un poco y de darle una oportunidad a Fran, preguntándole el kamino. Y es ke a esos niveles, las tonterías... las justas. Ke va... Es broma... Entre kabras no okurren esas kosas...


Me suena a que queda poco, y aparece un kabra (Jero), que me pasó por los Pobres... «¿Por dónde es??»... Le indico, y le dejo tirar... porque hay pendiente, y tengo que hacerla suave... 

Me anima que ya es el final, y conforme el terreno se pone más llano, comienzo a alargar la zancada... El orgullo está herido, al haber tenido que hacer la última parte a "ritmo Tortuga", pero ya es demasiado tarde... Me saca 300-400 metros, pero veo que puedo correr y digo: «¡¡¡A por él!!!»...

Ya queda menos... Se puede ver la entrada al Hípico, y se escucha al speaker... Pego el último apretón porque traigo a otro detrás mía con mis mismos pensamientos: "coger al de delante"... Pero no dejaré que lo lleve a cabo... ¡Jejejejé!!


Estoy ya en el Hípico... Entramos en la zona de obstáculos... «Me siento caballo ganador», y paso los obstáculos "con mucha alegría"... Mi novia y amigos están en la recta de meta, animando... ¡¡Ya está hecho!!... ¡¡¡El sufrimiento, ha merecido la pena...!!!


Ahora toca recuperar: ducha, masaje y a disfrutar con los amigos de este espectacular día soleado...


Me paro con los amigos y veo que llegan los fisios... Me acerco a ver qué era ese dolorcillo tan molesto... Análisis, y diagnóstico: «Vasto externo cargado... Seguramente, sea sólo muscular...» Respiro tranquilo...


Puesto 34 Tiempo 2.06 
La organización, comida, duchas, el avituallamiento final... bastante que mejorar... Pero bueno..., imagino que el organizador se habrá dado cuenta de sus errores... Espero que le valga, y rectifique...


FRAN J. PORRAS.




mi alpargata...


El mejor recuerdo que tengo es la cantidad de corredor@s que conocía entre los participantes. 

Por contra, está también el gran número de corredor@s que no tenía ni idea de "dónde" se había metido, ni el más mínimo conocimiento de lo que son 2000 metros positivos (Sí... +).


Alberto se echó sobre sus espaldas la gestión de 11 voluntarios y 2 avituallamientos en la zona menos inaccesible de vehículos de toda la karrera. Él no figura en los books de fotos de la karrera pero su porción de infierno, que alguien la tenía que gestionar, es la más sukulenta de todo el pack de diversión del maratón de la Alpargata.


Y mi más sincero agradecimiento a los VOLUNTARIOS... que estuvieron en el recorrido, particularmente a los de Los Riscos, porque su posición la tuvieron que cubrir andando varios kilómetros tanto a la ida como a la vuelta... Son gente muy altruista, que se ofrecen a cambio de nada...

No tengo ni una foto del evento. Ni de mis voluntarios. Tuve que situarlos sin coche y no me dio tiempo. Tenía que situar a 11 y controlar 2 avituallamientos. ¡¡Ja ja ja ja ja ja!!


No es fácil. No os lo podéis ni imaginar...
Ni el organizador se puede hacer una idea. 

Te tiene que "gustar muy mucho" para asumir esas responsabilidades.

ALBERTO FERNÁNDEZ.



Buhh!!  Ahí va mi experiencia en la Alpargata...


Todo comienza cuando uno de los corredores escoba previsto se lesionó... Entonces buscaban uno... Yo me apunté sin saber si podría estar para ese día; pero me atraía la experiencia. Después, le comento a mí mujer que hacía falta algún voluntario para un avituallamiento... Ella se presta y dice que «Sí...»




La familia Ruano-Almagera, dándolo todo por los demás. Una familia inmensa, con un korazón, incluido el de Francisco, que acabó desbordado por los Riskos, que no les kabe en el pecho.


Nos recogen a las 6:30 y vamos al Club Hípico. Allí recogen su bolsa... Yo me quedo allí y ellos rumbo a su punto de avituallamiento que les correspondía. Nada menos que en los Riscos... 


Ahí comienza la carrera... Veo a todos amigos/amigas de Kabras que participan y todos me dícen: «Bueno, no me gustaría verte en toda la carrera...»,  entre risas...


Suena el pistoletazo y ahí vamos... Comienza la carrera...

Mi cometido era asistir a los rezagados y estuve dando apoyo y tendiendo la mano a todos aquellos que les hizo falta... Creo que lo hice lo mejor que pude. Le envié un mensaje de ánimo a la chica Pretoriana de Tomares por facebook pero no se ha dignado en contestarme...



No está nada mal, Paco. Yo he sido Eskoba, y sé lo que son los Km cuando tienes que estar pendiente de los rezagados, para arriba y para abajo. El trabajo muskular es triple, y el haber logrado poner al kuerpo a funcionar después de terminar de trabajar a las 6.00 de la mañana, ya tiene un mérito que pokos pueden dejar de komprender.


Pasamos por sitios increíbles... Iba y venía, para ver como iba la gente... Pero mi tendón de Aquiles me traicionó, pero aún así me pegué 28,5 Km de carrera. Igual me afectó el cansancio acumulado de toda la semana, porque me vine el viernes de Zaragoza y llegue a Córdoba sobre las seis de la mañana, pero venía muy ilusionado y aún así, y sabiendo que me iba el domingo por la noche, participé... 




Francisco, el Super-Jefe del Avituallamiento.


Al menos, alcancé el avituallamiento donde estaba mi mujer y mi hijo... Ya no podía continuar más... pero me sentí con una inmensa sensación de bienestar por haber podido ayudar a los que lo necesitaron y a la vez abatido por no poder continuar...


Luego, quedaba volver al punto donde nos tenían que evacuar para Córdoba... ¡¡Qué caminata!! ¡¡¡A mi hijo Francisco, le faltó apedrearme!!! ¡Jijijijí!!! Me decía:... «Conmigo no cuentes para otra!!»... 

Pero se portó... 



Hay que tener muy klaro lo que se kiere hacer para estar dispuesto a pegarse el madrugón, y estár, práctikamente todas las horas de luz del primero de Febrero, soportando la intemperie de los Riskos. Bravo Francisco. 


Y al final, como a todos los traileros, incluido él, todo lo bueno se nos arraiga y lo malo se nos olvida.


FRANCISCO JAVIER RUANO.


CRÓNICA ALPARGATA.

Llegar a casa un domingo a las seis de la tarde con dolores en todas las partes de tu cuerpo, con las piernas tan doloridas que cuesta una vida bajar unos escalones, y llenas de arañazos y desollones,  y con los pies tan sumamente perjudicados que hasta desatarte las zapatillas es una historia interminable, es algo que se puede experimentar de muchas formas; y una de ellas, es haber participado en la 1ª Maratón Alpina “Alpargata Trail”.

Después de tomar el “camino del trail” no hace mucho tiempo, y de sudar subiendo y bajando montes cada vez que tenía la ocasión, llega el momento de los retos, y uno puede marcarse unos u otros, más duros o más suaves. Empiezas sumando cada vez más desnivel y cada vez más distancia a tus entrenamientos, inscribiéndote en casi todas las pruebas a tu alcance, hasta que llega el momento que te dices a ti mismo: «Llegó la hora». Y es el momento en el que te inscribes... en una Maratón de Montaña...

Como buen principiante, buscas algo asequible, que siempre habrá tiempo de intentar una Zegama-Aizkorri. Así que, cuando se cruzó en mi camino la “Alpargata” y después de que me quitasen las ganas de participar en la “Guzmán el Bueno” (y eso que a mí me pagaban la inscripción), decidí inscribirme en la misma. Yo mismo me auto-convencí de que si en Córdoba no hay alta montaña, la prueba no podría ser muy dura... Total, sólo habría que sumar kilómetros y subir algunas pendientes... Y nada más lejos de la realidad.

La “Alpargata” es una prueba no apta para novatos... Además de los más de 47 Km de recorrido y más de 1.900 m+ de desnivel, hay que sumar que la 2ª mitad del recorrido transcurre por una zona de difícil acceso (me fastidia bastante cuando llaman zona “técnica” a una zona peligrosa), con unas pendientes no sólo pronunciadas, sino que en algún momento se podría denominar "escalada".

Así que, una vez armado de valor y convencido de que era mi momento, el pasado domingo día 1 de febrero tomé la salida en la mencionada prueba. Llegué al Club Hípico de Córdoba aún de noche, y ya en el aparcamiento vi caras conocidas. Ultimamos detalles “de estrategia”, y nos disponemos a adoptar la “uniformidad” de carrera. En esta ocasión, opto por usar mallas cortas; no termino de adaptarme a las largas, necesito sentir las rodillas libres, y unas medias de compresión altas, zapatillas amortiguadas y camiseta de Kabras sobre una transpirable de manga larga, buff y guantes, y como precaución un cortavientos en la riñonera.

Vamos calentando y tomando posiciones, al final del pelotón, por supuesto. Lo mío, no son las aglomeraciones, y total, yo no voy a por los podios, así que en mi posición natural me siento más cómodo.

Llega el momento de tomar la salida... cuenta atrás y pistoletazo. Salida neutralizada tras un coche de caballos hasta las inmediaciones del club Hípico y salida final, camino de la finca El Patriarca. Ya con el sol comenzando a calentar el campo, llego a la cuesta del Reventón, que tantas y tantas veces hemos subido las Kabras, aunque en esta ocasión, con tanta luz, que casi me sentía extraño. 

Una vez arriba, antes de llegar a la carretera de las Ermitas te desvías a la izquierda, en dirección al cortafuegos que conocemos por “el Kangrejo” (por aquello de bajarlo arrastrando el culete por él) y hasta abajo otra vez, hasta tomar la vereda de Trassierra, y otra vez, a subir hasta arriba. Una hora y media, diez kilómetros, y ya he subido dos veces a la Sierra y bajado una... «La cosa promete»...

A partir de ese momento, la carrera se vuelve rápida: llanos y bajadas suaves y alguna subida suave también, hasta alcanzar el curso del Guadiato, llevadera y rápida, cómoda, hasta encontrar el cauce del Guadanuño y el puente Romano. En ese punto, cruzamos el puente y se vuelve a buscar el Guadiato, pasando el puente Califal por debajo. 

Ya hace muchos kilómetros que el paisaje es maravilloso, digno de ser contemplado, pero no hay pausa, hay que llegar al Km 26,5 con tiempo para no ser eliminado. Llegamos al punto conocido como “el Salto de la Rana”, y ahí comienza la carrera de verdad. Ese tramo hay que hacerlo agarrado a una cuerda; no digo más. A partir de ahí ya es subir, subir y subir, y de vez en cuando, bajar, que también tiene su miga.


El saludo de la mañana, previo a la karrera y la paliza por la Sierra.... Chema, Alanís, Clemen, Fátima, Aitara y Moni. Todo el komportamiento del motor en karrera es un auténtiko enigma, y si se ríe uno, es por disimular la preokupación porque todo esté en su sitio y todo funcione a la perfección. El repaso a la Ley de Murphy se hace 100.000 veces: «Todo lo que pueda ir mal, irá mal.» Pero vete a saber lo que puede ir mal, si nada, nada... tiene garantía.

La zona del cortijo de Los Riscos no es moco de pavo, aunque encontrar en el camino a Manolo y a Diego siempre es reconfortante. Buenas cuestas hasta llegar arriba, y cuando crees que ya no se puede subir más, el bucle que sube y baja al cerro “Plaza de Armas”, después de darte la paliza de tu vida, te hace creer que has hecho el tonto dándole la vuelta al que puede ser el monte más infernal de toda la sierra. Olvídate de correr, de hecho en algún punto sería más aconsejable llevar pies de gato en vez zapatillas y magnesio en las manos en lugar de guantes. 

Afortunadamente, la climatología acompañó y la piedra estaba seca, no quiero pensar como hubiese resultado ese tramo si la piedra hubiese estado húmeda.

A partir de ese momento, mis rodillas comienzan a pasarme factura. Reapareció el fantasma del Tiñosa y las agujas bajo mis rótulas comenzaron a hacer mella en mí. Encima, ya van casi 30 Km y más de cuatro horas y media de carrera, y para colmo, aún queda subir al Pedro López y bajarlo. 

Después de ese tramo y casi hasta llegar a Las Jaras, me veo totalmente privado de la facultad de correr, sobre todo cuesta abajo. Mención especial al chico de la organización que estaba metido en el Guadanuño ayudando a los corredores a cruzar sin mojarse. «Tío, no sé cómo te llamas, pero te agradezco de una manera infinita la ayuda que me prestaste. Gente como tú, hacéis que los corredores disfrutemos de las carreras... Gracias de corazón».




Javi, sabía que iba a sufrir, y sufrió komo un enano. Sabía que se podía kaer, y se cayó. Pero tenía escrito en su mente, que a pesar de todo iba a cruzar la meta... Y la cruzó...


A partir de cruzar el arroyo de los Arenales, recupero un poco el dominio de mis piernas y puedo correr de nuevo, claro que el terreno es quizás bastante favorable después de lo que ya he pasado. Y así, con más pena que gloria llego al Lagar de la Cruz, con siete horas de carrera y las rodillas muy perjudicadas. 

En el lateral de Assuán hay un avituallamiento, donde paro a comer algo y beber, y por supuesto, a descansar las rodillas unos minutos. Ya voy justo de tiempo para llegar dentro del corte, así que me armo de valor y me dispongo a hacer el último tramo de algo más de 6 kilómetros, aunque ya es todo cuesta abajo. Así que aprieto el paso y me dirijo a las Ermitas, donde tomo la cuesta de los Pobres y de ahí ya hasta meta. 

Desde Assuán voy solo, porque el grupo con el que iba no quiso o no pudo apretar por los Pobres, y a mí ese tramo, no se me dio mal. Ya llegando al Hípico, todo en llano, se me pasó por la mente acelerar el paso para entrar con "algo de dignidad", pero las rodillas ya no respondían, así que me dejé llevar hasta meta y poco más.


El chivato del Garmin. Te venden un Maratón y le meten 5 Km mas. Si se pasan 5 Km de un Maratón ya no es maratón sino Ultramaratón, aunque en este caso el criterio lo marka el UTMB que considera ultramaratones pruebas que superen entre los 50 y los 65 Km.



Finalmente, 47.520 metros de carrera; 8 horas, 9 minutos y 25 segundos y un desnivel positivo de 1.922 metros. Yo no sé si esta carrera es dura, no sé si es técnica, no sé si es peligrosa, no lo sé... Soy demasiado novato para juzgar... Es mi primera carrera de lo que yo puedo llamar “larga distancia”. 

Pero sí puedo decir que he sufrido y mucho; pero también he disfrutado, y mucho, también. El recorrido es maravilloso, duro, pero precioso; subidas infernales, bajadas vertiginosas, bosque cerrado, cursos fluviales, vadeo de arroyos... En fin, una experiencia a tener en cuenta.

Y al fin y al cabo, a los corredores del pelotón, después de una de estas pruebas, en las que no hacemos podio, vamos, que ni siquiera nos acercamos ni en distancia ni en tiempo a la cabeza de carrera. Lo único que nos queda después de llegar a meta, es el dolor, en las piernas... Que los kilómetros hacen mella en ellas, en la espalda; que las rampas ejercen toda su presión sobre ella, en las rodillas; que las bajadas siempre pasan factura, en casi todo el cuerpo, porque siempre hay algún resbalón o tropiezo que se encarga de recordarte lo que has hecho en varios días posteriores. 


Los últimos instantes del amanecer previos a la karrera. "Alea iacta est."


En fin, dolor, pero no creo que eso sea malo. A fin de cuentas, el dolor te hace sentir que estás vivo... Y de eso, va todo esto; de sentir, de vivir, de vivir sintiendo y de sentir que vives... De sentir que si tú quieres, tú puedes... De decirte -a ti mismo-: que nada te va a parar; que nadie te va a convencer de lo contrario; que todo es posible con un mínimo de esfuerzo; y que si al llegar a meta, de lo único que tienes ganas es de llorar, es que lo has dado todo... Y a mí, en cada cosa que hago, me gusta darlo todo; y en el Trail, no iba a ser menos…


JAVI  ALANÍS.


NO TIME: NO BATTERY...

Mi experiencia en la alpargata fue como voluntario, lo que me obligó a despertarme temprano, junto con Pablo, porque a las 7:45 debíamos estar en la entrada de Las Jaras . El día, en principio, se esperaba muy frío, pero, a primera hora de la mañana, comenzaron  a aparecer los primeros rayos de sol, lo que hizo que a las 9:00  y después de haber caminado durante un rato a buen ritmo hasta nuestra posición estuviéramos empapados de sudor, lo que nos obligó a despojarnos de parte de nuestra vestimenta  ya que era excesiva debido a la buena temperatura que nos acompaño durante todo el día.





El voluntario Pablo. Otro pedazo de asistente, que tuvo que hacer ejercicios de supervivencia con su padre, para portar el frío inherente a un puesto en la Sierra, en un día 1 de Febrero. Por fortuna, lució el sol, y se amainó el viento, pero aún así, estar de pasmarote en un puesto fijo puede kongelar a kualkiera.



Una vez acomodados y esperando a la primeros traileros , empezamos a matar el tiempo con fotos y un pequeño fuego que nos obligó a recolectar palos varios. Lo del fuego fue coser y cantar, y nos distrajo bastante, hasta que a las 10:30, aproximadamente, aparecieron los primeros corredores. A los diez minutos, otro grupito reducido...

Y así poco a poco fueron apareciendo más y más corredores...  Y las primeras Kabras...


Un aplauso fuerte a todos, pero un aplauso especial a José Antonio Escribano: «¡¡Qué fuerte esta y qué buen compañero!!»


Y entre todos los que fueron pasando, aparecieron dos kabrillas de la mano y sonrientes, Clemen y Mónica... «¡¡Qué campeonas!!»... Me alegraron aún más la mañana... Tras una breve parada, continuarán con su imparable marcha.


La siguiente Kabra fue Javi Alanis... Nos fundimos en un abrazo al vernos, «¡Bonita imagen!», y a continuación... lo vi "perderse entre la maleza"

 Continuará... No time, no battery


MANOLO LUQUE.


A Kanijo le tocó el puesto de voluntario más aislado del mundo, más inhóspito, frío y arriesgado de acceder. Justo encima de Plaza de Armas. Menos mal, que está hecho de un mimbre especial, kurtido por el trabajo de kada día. Bravo Kani...


Otra vez...  El mundo a mis pies... En el centro de la alpargata 
trail... Esperando a los corredores... Pasando frío...

Si es ke estaba to solo y no daba abasto a coger dorsales. Pero 

cerveza tenía para los voluntarios.Y frío, to el que hubierais kerío y un poco más...


JUAN ANTONIO MORENO.





         ALPARGATA TRAIL MARATÓN. Domingo 1. Córdoba. 45 Km.
           Chema Ávila, 6:49:20,9 C-AbsM 57º Gral 103
           José A. Escribano, 6:51:27,7 C-M50M 7º Gral 110
           Manuel A. Calero, 6:53:08,7 C-VetM 37º Gral 111
           Manolo Casado,  6:53:09,2 C-VetM 38º Gral 112  
           Javier Miranda, 7:10:01,8 C-AbsM 68º Gral 126
           Clemen López, 7:29:14,8 C-VetF 7ª Gral 159/9F
           Mónica Simón, 7:29:25,7  (C-AbsF 3ª)  Gral 161/[10ªF]
           José C. Muñoz, 7:32:00,1 C-AbsM 88º Gral 163
           Javier Alanís, 8:09:09,6 C-VetM 75º Gral 212
           José A. Urbano,  9:03:15 (Fuera de Control)
           Yolanda López, 9:03:22 (Fuera de Control)






        ALPARGATA TRAIL MEDIA. Domingo 1. Córdoba. 22 Km.
           Fran Porras: 2:06:17,9 C-AbsM 27º Gral 34
           Jerónimo Gómez, 2:13:36,4 C-VetM 14º Gral 58
           Pedro Ruiz, 2:29:22,7 C-M50M 7º Gral 139
           José M. Chaparro,  2:29:45,5 C-VetM 38º Gral 141
           Francisco J. Flores*, 2:34:01,6 C-AbsM 103º Gral 165
           Rafael Terán, (DNS)
           Guillermo Zurera (DNS)







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